La investigación realizada por expertos finlandeses de la Universidad de Helsinki analizó el rol de la bacteria desulfovibrio en el cuerpo, ante lo que concluyeron que esta podría estar relacionada con el desarrollo de la enfermedad de Parkinson.
En el estudio publicado en Frontiers, los científicos analizaron muestras de heces de 10 pacientes de la enfermedad. A estas se le aplicaron cepas de Escherichia coli MC4100, E. coli LSR11 y Desulfovibrio, siendo las dos primeras de control. Esto con el fin de alimentar nematodos Caenorhabditis elegans que sobreexpresan la proteína α-synuclein.
Tras este análisis y la comparación con las muestras de cónyuges sanos, se descubrió que “los gusanos alimentados con bacterias Desulfovibrio de pacientes con EP albergaban significativamente más agregados alfa-syn”, los que a su vez eran más grandes.
Esto se comparó con los resultados de los pacientes sanos y a los que se le administraron las cepas de control, que no manifestaron el mismo cambio en la expresión de la proteína.
“Estos resultados sugieren que las bacterias Desulfovibrio contribuyen al desarrollo de la enfermedad de Parkinson al inducir la agregación alfa-syn”, describieron los autores.
¿Es la bacteria una cura para el Parkinson?
Con este hallazgo, los científicos advirtieron que la detección de la bacteria podría ayudar a detectar y prevenir la enfermedad, pero no significa una cura.
“Nuestros hallazgos hacen posible detectar los portadores de estas dañinas bacterias Desulfovibrio. En consecuencia, pueden ser objeto de medidas para eliminar estas cepas del intestino, lo que podría aliviar y ralentizar los síntomas de los pacientes con enfermedad de Parkinson”, afirmaron los expertos.
No obstante, aseguraron: “Una vez que la bacteria Desulfovibrio se elimina del intestino, ya no se forman agregados de α-sinucleína en las células intestinales, desde donde viajan hacia el cerebro a través del nervio vago, como las proteínas priónicas“, cerraron.