Una investigación británica encontró una de las formas más simples de mantener a raya la demencia en pacientes con diversos niveles de sordera.
Investigadores de británicos hicieron una revisión de datos de los que concluyeron que las personas con algún tipo de limitación auditiva que usan sus audífonos, según la recomendación médica, tienen menor riesgo de desarrollar demencia.
Según el estudio, publicado en la revista especializada The Lancet y recogido por DW, las personas con capacidad auditiva limitada tienen, en comparación con las personas que escuchan normalmente, un riesgo mayor de enfermar de demencia si no usan audífonos.
Tanto el riesgo de demencia como la pérdida de la capacidad auditiva aumentan con la edad. Se estima que en el año 2050 habrá unos 150 millones de personas afectadas por la demencia, según esa publicación.
La pérdida del oído está asociada en un 8 por ciento a los casos globales de demencia, de acuerdo con un documento investigativo publicado por el portal especializado JAMA Network. Es decir, que la capacidad auditiva es el mayor factor de riesgo modificable en la demencia.
En eso coinciden también los investigadores de The Lancet, y describen a los audífonos como una forma mínimamente invasiva y económica para disminuir el riesgo de demencia.
Para constatarlo, los científicos evaluaron los datos de alrededor de 440.000 personas del UK Biobank, en el que están almacenados datos biomédicos de cerca de 500.000 personas. Casi un 25 por ciento de los individuos tenía una audición limitada. Solo el 11,4 por ciento de esas personas usaba un audífono.
En comparación con personas con audición normal, las que usaban audífonos no presentaban un riesgo más alto de enfermar de demencia en sus distintas formas, entre ellas, el Alzheimer. En las personas con problemas de audición que no usaban audífonos, el riesgo aumentó a un 42 por ciento, también en comparación con el grupo que oía normalmente.
La relación de la demencia con la soledad
Además, los científicos investigaron si factores como la soledad, el aislamiento social o síntomas depresivos podían influir en la correlación entre la pérdida de audición y la demencia. La mejora de la situación psíquica y social, sin embargo, influyó poco en la relación entre demencia y pérdida auditiva, por lo que los investigadores suponen que es el audífono el que brinda protección en cierta forma.
Dado que se trata de un estudio de observación, los investigadores no conocen hasta ahora los mecanismos neurológicos potencialmente subyacentes que podrían explicar la relación entre la pérdida de la audición y la demencia.
Asimismo, es posible explicar esa correlación a través de otros factores, como, por ejemplo, que las personas que utilizan un audífono también cuidarían su salud en otros aspectos, con lo cual otros factores de riesgo para la demencia también disminuirían.
Por otra parte, este no es el primer estudio que encuentra un vínculo entre el uso de audífonos y una disminución del riesgo de enfermar de demencia. Lo que se sabe es, al menos, que usar audífonos no causa daños, y que podría traer grandes beneficios.