El prolapso uterino es una de las enfermedades que afecta, por su naturaleza, únicamente a mujeres o personas gestantes y que suele ser más frecuente en la población femenina postmenopáusica que tuvo uno o más partos vaginales.
Uno de sus principales síntomas, o el que más reportan los pacientes, es la incontinencia urinaria y contrario a lo que los afectados piensa, sí tiene solución.
El prolapso uterino consiste en la caída de las paredes del útero o de otros órganos vecinos, desde su posición normal en la cavidad pélvica hasta el canal vaginal.
La aparición de esta patología se asocia con la edad u otros factores, como el número de embarazos, además de la cantidad y tipos de parto, es decir, si fue por cesárea o natural. Puede ocurrir a cualquier edad, pero es más habitual en mujeres después de la menopausia que hayan tenido uno o más partos vaginales.
Hasta al 50% de las mujeres en etapa adulta se le detecta esta condición durante el examen ginecológico y hasta un 2-3 % de la población femenina consulta por síntomas asociados, según una investigación observacional publicada en la revista Frontiers.
El uroginecólogo de Clínica Santa María, Julio Álvarez, dice que si bien en Chile no existen cifras al respecto, en la práctica clínica un porcentaje importante de pacientes sufren de patología del piso pélvico. “En mi experiencia, el prolapso genital está dentro de las causas más frecuentes de histerectomía, es decir, la extracción total o parcial del útero”, asegura.
Síntomas del prolapso uterino
Algunos de los síntomas que puede provocar el prolapso uterino es la sensación de peso o abultamiento vaginal, la impresión de estar sentada sobre una pelota pequeña o como si algo cayera del área vaginal, además de la percepción de aflojamiento del tono del tejido vaginal.
A esto, Clínica Mayo añade la sensación de pesadez o tirón en la pelvis, sentir que la vejiga no se vacía por completo al orinar, tener problemas de pérdida de orina o incontinencia urinaria, necesidad de presionar la vagina con los dedos para ayudar a tener una deposición, sentir que el tejido vaginal roza con la ropa y molestia en la pelvis o zona lumbar.
El doctor Álvarez explica que los síntomas generalmente son menos molestos por la mañana y empeoran a medida que avanza el día. “Además, esta enfermedad puede estar acompañada por incontinencia urinaria, urgencia miccional o constipación”, advierte.
¿Cómo se soluciona?
“El prolapso tiene solución mejorando la calidad de vida. Es importante destacar que los tratamientos indicados son específicos para cada paciente, los que pueden consistir desde el adecuado manejo de sus patologías de base, pasando por terapias conservadoras hasta la cirugía reconstructiva vaginal y/o laparoscópica mínimamente invasiva”, comenta el especialista.
El prolapso uterino leve no requiere de terapia. Sin embargo, si es que los síntomas dificultan las actividades normales de las pacientes, se puede requerir una intervención.