El lipedema afecta principalmente a mujeres, quienes comúnmente son diagnosticadas con sobrepeso u obesidad de manera errónea. Un test ideado por una especialista en el tema, orienta a quienes puedan estar sufriendo este problema y necesitan un tratamiento adecuado.
El lipedema es un trastorno que suele confundirse con obesidad o sobrepeso, lo que puede llevar a tratamientos poco efectivos, pues no se combate solo con dieta o ejercicio.
Tal como señaló BioBioChile en una nota anterior, el lipedema o lipoedema “provoca una acumulación incontrolada de células grasas en el organismo”.
Tobias Hirsch, de la clínica especializada Hornheide y quien participa activamente en la Sociedad Alemana de Lipedema, afirma que “es importante subrayar que la acumulación de grasa no tiene nada que ver con la obesidad”.
Generalmente, quienes lo padecen son mujeres y se caracterizan por tener la parte superior del cuerpo más delgada. No obstante, tienen depósitos de grasa abundantes en las piernas y en los brazos.
Además, en el curso de la enfermedad, las extremidades se vuelven cada vez más gruesas y deformes. En los peores casos, los dolores son frecuentes y las pacientes apenas pueden moverse.
El problema es que, de acuerdo a los expertos en el tema, las personas afectadas pueden tardar entre 10 y 30 años en ser diagnosticadas.
Ledda Pérez Zapata, kinesióloga parte del equipo multidisciplinario del International Oncotherapies Institute Chile (@ioilipedemachile) y una de las pocas especialistas en Lipedema en el país, indica que esta patología presenta algunos síntomas claros que nos ayudan a identificarlo y deberían conducirnos a consultar con un médico.
Test de lipedema
De este modo, Pérez presenta una guía didáctica, “para que quienes crean que puedan estar enfrentando esta patología, se acerquen de manera inmediata y consulten a un especialista”.
Las preguntas son las siguientes, responde sí o no:
1. ¿Has tenido “piernas más anchas” desde la pubertad?
2. ¿Notas tu piel áspera?
3. ¿Tienes una distribución de grasa simétrica entre caderas y muslos?
4. ¿Tus manos y pies están libres de afectación al contrario que el resto de los miembros?
5. ¿Sufres de molestia o dolor a la presión y/o aumento de la sensibilidad?
6. ¿Aumentaste de peso tras la pubertad, embarazo o menopausia?
7. ¿El ejercicio y las dietas no tienen un efecto notable?
8. ¿A menudo tienes moretones y no sabes dónde ni cuándo te los hiciste?
9. ¿Otros integrantes de tu familia se ven afectados por el mismo aumento de volumen en las extremidades?
10. ¿Has consultado a varios médicos sin obtener un resultado satisfactorio?
“Si respondiste con más de 5 sí, la recomendación es pedir una evaluación de manera inmediata, para poder iniciar un tratamiento efectivo y disminuir los síntomas de esta enfermedad”, señala la especialista.
Cabe destacar que la liposucción es una de las alternativas para esta enfermedad, pero no la única. De hecho, generalmente sólo se realiza en una fase avanzada.
Otros tratamientos incluyen la terapia física descongestiva compleja, o CPD, que incluye drenaje linfático regular y compresión de brazos y piernas, así como ejercicio en el agua.
“Esta terapia mejora la microcirculación de la sangre y estimula el metabolismo del cuerpo. Esto a su vez hace que el tejido, a menudo endurecido por el lipedema, se alivie y el dolor disminuya”, dice DW.