Desde comida chatarra aliñada con sal hasta galletas dulces, el sodio está presente en casi todos los productos que consume el ser humano, siendo una constante de los alimentos procesados y envasados. Debido a su alto consumo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió una alerta por los riesgos que representa en la salud.
200% más de lo recomendado es lo que se consume el ingrediente a nivel mundial, afirman las Naciones Unidas (UN), quienes recogen el comunicado emitido por la organización internacional.
“Esto se traduce en muertes por enfermedades no transmisibles”, escribe el organismo internacional en su sitio web. Las patologías a las que se refieren son “cardiopatías, accidentes cerebrovasculares y muerte prematura”, las cuales suelen ser “una de las principales causas de muerte y enfermedad en todo el mundo”, según el director general de la agencia dependiente de la ONU, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Esto se sostiene en estadísticas compartidas por la OMS en su sitio web, donde afirman que las enfermedades cardiovasculares son responsable de casi 18 millones de muertes al año.
¿Cómo identificar un consumo excesivo de sodio?
La UN identificó que la principal fuente de sodio en la dieta humana es la sal de mesa, pero también su presencia “oculta” en el glutamato sódico, un ingrediente de los alimentos procesados.
Para el 2016, según información recogida por la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) extraída del Ministerio de Salud (Minsal), un chileno consume 12 gramos de sal al día, una cifra mucho más alta que la recomendada por el organismo internacional, que es de 5 gramos.
Por ello es importante conocer que el sodio (distinto de la sal de “mesa”) puede ser encontrado en varios productos más allá de su dulzor, de acuerdo a la PUC el 75% de este proviene de alimentos procesados, tales como pan, cereales, queso, fiambres, comida chatarra, carnes marinadas, enlatados, snacks como papas fritas, además de sobres y caldos deshidratados.
De acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU, los síntomas de alto consumo de sodio son: Sed excesiva, orinar con poca frecuencia, vómitos, diarrea, confusión, espasmos musculares, hasta convulsiones.