Pese a esto, una encuesta realizada entre 1.600 universitarios del Reino Unido demostró un gran sentido de la creatividad por parte de los estudiantes, con 45% de los hombres declarando que podían identificar el nubis en un diagrama de anatomía femenina, mientras que un 31% de las mujeres aseguró también poder encontrarlo en ellas mismas.
Pero una vez que deja de ser divertido, revisar las respuestas de los jóvenes entre 18 y 25 años demuestran lo mal preparados en educación sexual que están las nuevas generaciones británicas, con resultados que -probablemente- no distarían mucho de los que encontraríamos en Chile.
Aún más preocupante, consultados por la ubicación de los testículos y el clítoris (que sí, estos sí existen), sólo 89% de los hombres y 80% de las mujeres indicó poder identificar los testículos; mientras que apenas 73% de los hombres y 74% de las mujeres afirmó ser capaz de señalar la ubicación del clítoris.
Tal como reveló el medio de investigación Vice, a esto se suma que un 38% de las mujeres y un 41% de los hombres confidenciaron haberse sentido presionados a tener su primera experiencia de sexo con penetración. Y entre quienes ya se habían iniciado, 49% de los hombres y 57% de las mujeres aceptaron que tenían “problemas” cuando se enfrentaban a actividades sexuales, con un cuarto de los hombres y un tercio de las mujeres agregando que no sabían qué hacer cuando esto sucedía.
“Cuando fallamos a la hora de aclarar los mitos, proveer información correcta y sostener conversaciones honestas con nuestros jóvenes, les estamos fallando a ellos. Y esta generación ha tenido aún más deficiencias en la materia por culpa de las interrupciones en educación a las que nos sometió la pandemia”, afirmó al medio la profesora especialista en políticas de salud, Kirstin Mitchell, de la Universidad de Glasgow.
Uno de cada 4 estudiantes secundarios se sintió obligado a tener sexo
Otro país donde las conductas sexuales de los jóvenes son de preocupación es Australia. Allí, la Universidad de La Trobe realizó la versión 2022 de su encuesta nacional sobre salud sexual, entre 6.841 jóvenes con edades entre 14 y 18 años
Uno de los hallazgos más preocupantes para los investigadores es que 24% de los adolescentes declaró haber tenido al menos una experiencia de sexo no deseado, presionado o presionada por su pareja. La cifra es aún más alta cuando se trata de mujeres, jóvenes trans o no binarios (que no se identifican con ninguno de los dos sexos).
“Muchos de estos jóvenes han experimentado sexo no deseado en el contexto de una relación íntima, al sentirse presionados para tener sexo o estar preocupados por las consecuencias negativas de negarse a tenerlo”, afirmó la profesora del Centro de Investigación en Sexo, Salud y Sociedad de la Universidad de La Trobe, Jennifer Power.
“Comparado a la encuesta del año pasado, la cantidad de jóvenes que afirman haber tenido sexo no deseado creció un 10%, lo que es una buena noticia en términos del aumento de la concientización sobre la violencia sexual y la importancia del consentimiento, pero también indica que requerimos entregar una mayor educación sobre el tema a los adolescentes”, sentenció.
En otros datos importantes, la encuesta detectó que mientras 94% de los jóvenes piensa que se debería usar condon al tener sexo con una nueva pareja, sólo 57% cree que sus pares efectivamente lo usa en estas circunstancias.
Además, 80% de los adolescentes entre 14 y 18 años afirmó haber enviado o recibido una fotografía de índole sexual (nude), y si bien 96% concuerda en que se debería ser cuidadoso al compartir material gráfico íntimo, 60% cree que esta práctica le ayudó a aprender sobre su propia sexualidad o la de su pareja.
“Nos preocupa que pese a reconocer la importancia del preservativo, su uso regular es bajo. Y considerando el alza de enfermedades de transmisión sexual entre los adolescentes de Australia, este es un punto que definitivamente deberíamos conversar más”, concluyó Power.
“Educar a los jóvenes para la abstinencia no resulta”
Sin embargo la falta de información sobre la educación sexual no sólo afecta a los jóvenes, sino también a sus padres. En un documento de la ONG estadounidense Advocates for Youth, dedicada a difundir información sobre seguro entre los estudiantes, se da cuenta de que uno de los principales mitos es que la educación sexual lleva a los jóvenes a iniciarse antes sexualmente.
“Por el contrario -afirma la organización- diversos estudios incluyendo un programa de la OMS han reconocido que ofrecer a los jóvenes una educación sexual integral retrasa la iniciación sexual y, entre quienes ya se han iniciado, a reducir la frecuencia de la actividad sexua así como el número de parejas y además, a usar condón y otros métodos anticonceptivos de forma responsable”, afirman.
Y si aún crees que lo mejor es animar a los jóvenes a esperar hasta el matrimonio para tener sexo, pues… no está resultando.
“Un seguimiento realizado durante 5 años para un estudio encargado por el Congreso de EEUU confirmó que los programas educativos que abogan por la abstinencia hasta el matrimonio simplemente no dan resultado. El sondeo no sólo no encontró evidencia de que estos programas aumentaran las tasas de abstinencia entre los estudiantes, sino que confirmó que los estudiantes en ellos tenían la misma edad de iniciación sexual que quienes no lo seguían”, asevera la entidad educativa.