Ya son 12 los casos de “tifus de matorrales” registrados en el sur del país. La enfermedad provocó una alerta epidemiológica en los centros de salud de la región de Los Lagos debido a lo rápido que se ha expandido.
Según reportó Radio Bío Bío en la zona, el año pasado fueron apenas 5 los casos. Ahora, a poco más de un mes de iniciado el 2023, la cifra supera la decena.
¿Qué es el “tifus de matorrales”?
De acuerdo al manual médico MSD, el tifus de matorrales es una enfermedad transmitida por los ácaros causados por Orientia tsutsugamushi.
La infección tiene un periodo de incubación de entre 6 y 21 días, agregan. Tiempo en el que súbitamente se presenta fiebre, escalofríos, cefalea y adenopatías generalizadas. Sumado a esto también se presentan lesiones cutáneas.
En cuanto a la temperatura corporal, esta puede variar entre los 40° a 40,5° grados Celcius. Respecto al dolor de cabeza, este es frecuente y grave, afirma la enciclopedia, además puede incluir inyecciones conjuntivales, es decir, presencia de sangre en los ojos.
Sobre las lesiones cutáneas, el manual explica que pueden identificarse por su apariencia de placas de sarpullido, las cuales son duras y resecas al tacto. A esta suele unirse una ampolla o vesícula la cual se rompe y se cubre con una costra de color negro.
¿Cómo prevenir la infección?
De acuerdo a una investigación de la Universidad Católica de Chile realizada el 2018, el tifus de matorrales se encuentra mayormente en zonas rurales.
En los mencionados lugares, el ácaro Orientia tsutsugamushi es parte de un parásito externo de roedores silvestres.
“Para infectarse no es necesario tener contacto con el roedor, pues el ácaro infectado se encuentra en la vegetación, desde donde toma contacto con las perdonas. Además, la picadura no es dolorosa, así que la persona no se da cuenta de que ha sido inoculado”, explicó Katia Abarca, académica de la División de Pediatría UC.
La prevención del “tifus de matorrales” consiste en utilizar métodos de barrera que prevengan la mordedura a la hora de manipular elementos que puedan estar infectados, tales como leña, madera, arbustos, etc.
Para ello se recomienda usar guantes de trabajo y ropa que cubra por completo brazos y piernas. Esto, además de utilizar repelentes de insectos, detalla el manual médico.