Este 13 de enero es el Día Mundial de la lucha contra la depresión, trastorno emocional que sufren cerca de 300 millones de personas en todo el mundo, de acuerdo a cifras de la OMS.
Asimismo, en 2021 el Estudio Longitudinal Social de Chile reflejó que en Chile un 32,6% de la población presenta sintomatología depresiva media, 11,2% síntomas depresivos moderados, y 7,7% de depresión moderada-severa a severa.
Si bien su diagnóstico debe ser llevado a cabo por un especialista, existen ciertos comportamientos o actitudes que pueden ayudar a identificarla en personas, con el fin de pedir ayuda profesional.
BioBioChile tomó contacto con dos profesionales de la salud, quienes entregaron directrices a la hora de identificar episodios depresivos o situaciones que pueden ser aún más graves.
Claudia Badilla, psicóloga Clínica Ciudad del Mar, indicó: “Si bien estos trastornos deben ser diagnosticados por profesionales en salud mental, efectivamente hay señales que las personas pueden identificar en el propio comportamiento o en el de los otros. Esto es útil para poder acceder a una evaluación clínica y tener un tratamiento oportuno”.
“El síntoma principal a tener en cuenta es la disminución del ánimo, el desinterés y la pérdida de la capacidad para sentir placer. Suelen aparecer dificultades en la atención, en la memoria, problemas para iniciar y terminar las tareas, cumplir con responsabilidades, incluso en hábitos de aseo básicos, pensamientos depresivos con relación a sí mismos; las personas refieren pensamientos de inutilidad y se quejan de falta de valoración de los otros”, agregó.
Tratar la depresión
Junto con eso, puso en énfasis respecto a los tiempos en los periodos de depresión: “Menos apetito, perceptible en el peso, insomnio o hipersomnia. La diferencia con otros cambios conductuales, es el factor del tiempo. Persisten por lo menos dos semanas o mucho más”.
Por su lado Eugenia Escorza, psiquiatra y jefe del Área de Salud Mental Clínica Dávila, advirtió en algunos cambios de hábitos en los cuales hay que poner atención.
“Dormir mucho o despertar temprano; aislarse; estar ensimismado o comunicarse poco; desaseo personal. Hay cambios en el dormir, apetito, deseo de hacer actividades y en el deseo sexual. Al ser fisiológicas pueden ser muy determinantes. La diferencia con un ‘mal comportamiento’ es el origen fisiológico y la duración en el tiempo”, expone.
Por último, la profesional dio cuenta de los factores biológicos causantes de depresión: “Se produce un trastorno o cuadro depresivo por baja de neurotransmisores, disminución de serotonina, dopamina, etc, lo que se puede producir por cuadros endógenos, es decir, hay mayor disposición genética a desarrollar depresión o por estrés crónico”.