Un nuevo estudio científico apunta que el realizar pruebas cognitivas diarias podrían demostrar qué tan preparado está el sistema inmune para enfrentarse a una enfermedad viral.
Así lo relataron un grupo de investigadores de la Universidad de Michigan, quienes apuntan que los déficits del rendimiento inmunitario va acompañado de fluctuaciones en el rendimiento cognitivo.
El estudio, que fue publicado en la revista Scientific Reports, se realizó por ocho días, donde 18 participantes realizaron pruebas cognitivas.
Específicamente, los voluntarios pusieron a prueba su capacidad de atención y tiempo de reacción en ejercicios de gimnasia cerebral tres veces al día. Al cuarto día del estudio, el grupo fue expuesto a propósito al rinovirus humano (HRV), responsable del resfriado común.
Cuanto peor el rendimiento, más débil el sistema inmunitario
Durante los días restantes, los participantes se autoadministraron un lavado nasal para medir la presencia y el volumen de células víricas excretadas. También se pidió a los voluntarios que calificaran ocho síntomas: escalofríos, tos, dolor de cabeza, obstrucción nasal, secreción nasal, estornudos, dolor de garganta y cansancio.
El análisis de los datos reveló que quienes eliminaron más virus y tuvieron los peores síntomas, habían mostrado puntuaciones cognitivas inconsistentes en los días previos a su enfermedad.
“Al principio, no descubrimos que la función cognitiva tuviera una relación significativa con la susceptibilidad a la enfermedad porque utilizamos las puntuaciones brutas”, explica Yaya Zhai, investigadora de la UM.
“Pero más tarde, cuando analizamos el cambio a lo largo del tiempo, descubrimos que la variación en la función cognitiva está estrechamente relacionada con la inmunidad y la susceptibilidad”, añadió.
En otras palabras, una sola prueba puntual probablemente no baste para determinar el estado del sistema inmunitario de una persona. Sin embargo, una tendencia del rendimiento cognitivo medida a lo largo de varios días puede ser más esclarecedora.
¿Menos resfriados gracias a tests cognitivos?
El estudio tiene limitaciones y solo apunta a una posible conexión entre la función cognitiva y un sistema inmunitario sano. Para verificar los resultados, sería necesario seguir investigando con cohortes más amplias.
Los investigadores esperan que algún día todas las personas puedan acceder fácilmente a este tipo de pruebas para hacer un seguimiento de su sistema inmunitario a través de sus celulares. Así podrían tomarse medidas preventivas para reducir su exposición o reforzar las defensas de su organismo.
“Las evaluaciones cognitivas clínicas tradicionales, que se basan en puntuaciones brutas en un único momento, no suelen ofrecer una imagen real de la salud del cerebro”, explica el neurocientífico P. Murali Doraiswamy, de la Universidad de Duke.
“En casa, la monitorización cognitiva periódica, a través de plataformas digitales de autodiagnóstico, es el futuro de la evaluación de la salud cerebral”, cerró.