Las altas temperaturas que se han registrado en el país durante los últimos días pueden tener riesgosos efectos en niños pequeños y bebés, razón por la que se hace importante identificar los signos de que puedan estar deshidratados.
Con temperaturas máximas de 31° celcius a 34°, la zona central del país se aproxima a cerrar casi un mes de ola de calor, una no similar a nada atestiguado durante la última década, aseveraron expertos.
Es común que las altas temperaturas causen estragos en el cuerpo, especialmente de aquellos que están más expuestos como trabajadores de la construcción y vendedores ambulantes.
No obstante, los mareos y el aletargamiento no son síntomas exclusivos de los adultos. Esto, pues los bebés también pueden experimentar signos de deshidratación causados por el calor.
Sin embargo, en el caso de los más pequeños, es probable que los malestares no sean tan evidentes ni similares a los de los más grandes, por ello, elaboramos esta guía sobre señales a las que se debe prestar atención para identificar si los bebés están deshidratados por las altas temperaturas.
Ola de calor y deshidratación
La deshidratación es la pérdida de agua corporal y con ella también los electrolitos como el sodio, cloruro y potasio. Esta compone en el 60% del peso corporal en adultos y en niños pequeños el 75%.
El agua cumple un importante rol en el correcto funcionamiento del cuerpo y en cómo este realiza diversas actividades, tales como regular la temperatura corporal, mantener piel y articulaciones saludables, dirigir la comida, expeler desechos y al trabajo del cerebro.
Las altas temperaturas pueden repercutir en llegar a la deshidratación de manera más rápida, esto ya que a mayor temperatura mayor sudor y, por tanto, más agua corporal se desechará mediante este proceso.
No obstante, los niños serían más propensos a llegar a este estado. “Es importante que nos preocupemos de los bebés y los niños más pequeños, porque sus cuerpos contienen una mayor proporción de agua, por lo que la pérdida de agua los impacta más rápidamente”, dijo Oscar Hincapié, Director Médico de Abbott Nutrición.
La deshidratación es grave cuando la persona pierde apenas el 3% de su peso en agua, extrapolando esa cifra en un bebé de 7 kilos (entre 5 y 6 meses de edad) este al perder 240 ml de agua, algo así como un vaso pequeño, ya podría estar en riesgo.
Signos de deshidratación en bebés
Los signos para identificar si un bebé está deshidratado son variados, pueden ir desde mareos y aletargamiento -tal como los adultos- hasta llanto sin lágrimas.
De acuerdo a la organización Kids Health y a la Academia Americana de Pediatría, los síntomas de deshidratación en bebés pueden ser:
– Juega menos de lo usual
– Boca reseca y pegajosa
– Somnolencia o mareos
– Muy irritable o de mal humor
– Baja frecuencia o ausencia de orina (menos de 6 pañales mojados al día en bebés)
– Pocas o ausencia de lágrimas al llorar
– Fontanela (zona del cráneo) hundida en un bebé o niño pequeño
– Ojos hundidos
– Manos y pies fríos y pálidos
– Piel arrugada
¿Cómo rehidratar a un bebé?
La manera más adecuada de rehidratar a un bebé, cuando se trata de un cuadro moderado y no grave, es motivando la ingesta de leche materna o fórmula, además de agua, siempre priorizando la lactancia por sobre otros métodos.
La alimentación en bebés sobre los 6 meses también cumple un rol importante a la hora de prevenir los cuadros de deshidratación, por esta razón se recomienda el consumo de frutas, verduras y derivados de la leche para mantener el cuerpo de los niños hidratados.