El 90% de las personas con cáncer de mama no metastásico sobrevive por 5 años o más cuando se detecta la enfermedad de manera temprana.
Este 19 de octubre se conmemora a nivel mundial el Día contra el Cáncer de Mama, el que busca fomentar la prevención y la detección temprana de la patología.
De acuerdo a cifras del Observatorio Global del Cáncer (Globocan), este tipo afecta a más de dos millones de personas en Chile según cifras del 2020. En tanto, la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica, afirma que el 90% de las mujeres con cáncer de mama no metastásico sobrevive por 5 años o más cuando se es detectado a tiempo.
Por esta razón, el realizarse exámenes de manera frecuente es importante, sin embargo, debido al dolor que puede producir la mamografía, la falta de dinero o de tiempo para realizarla puede hacer que las mujeres no acudan a estos chequeos médicos.
Por ello, el autoexamen puede resultar de gran ayuda para prevenir esta enfermedad que puede llegar a ser mortal.
¿Cómo me hago el autoexamen?
El autoexamen de detección de cáncer de mama consiste en autoexplorar la zona del pecho y las mamas para localizar bultos, nódulos u otros cambios en el área que pueden ser signo de la patología.
El momento ideal para realizarlo, de acuerdo a los expertos, es una semana después de finalizado el periodo menstrual.
Lo primero es hacer un autoexamen visual, para esto se debe sentarse o pararse frente a un espejo sin ropa o elementos que cubran las mamas y mantener los brazos a los costados, describe Clínica Mayo.
Lo siguiente es observar en el reflejo la presencia de arrugas, hoyuelos o alteraciones en el tamaño, la forma o la simetría de la mama.
Los pezones no deben estar hundidos o invertidos y en la mama no debe haber zonas con colores distintos al de la piel. Se deben levantar las mamas para observar si los pliegues de la base son simétricos.
Examen manual de detección de cáncer de mama
Manteniendo la posición elegida en el paso anterior, la división de medicina de Stanford indica que “prestando mucha atención al espejo, junte las manos detrás de la cabeza y empújelas hacia delante”.
Lo siguiente es presionar las manos firmemente sobre las caderas e inclinarse hacia el espejo, al mismo tiempo que se sacan los hombros y codos hacia adelante.
Cuando se realicen estos pasos se debe sentir que los músculos del tórax se contraen. Asimismo, se debe prestar atención al cambio en la forma o contorno de las mamas.
Otro paso del autoexamen de detección del cáncer de mama es presionar ligeramente cada pezón para ver si hay secreción, ya que de existir, puede ser señal de la patología.
Otra manera de examinar los senos es recostarse de espaldas, con un brazo sobre la cabeza y una almohada o toalla debajo del hombro. Una vez en esta posición se deben usar las yemas de los dedos de la mano contraria, estas se deben deslizar sobre pequeñas áreas de tejido mamario cubriendo toda la mama.
Dos zonas de la mama frecuentemente olvidadas son las parte superior del seno cercana a las clavículas y el borde donde se une a la piel de las axilas, las cuales también deben ser inspeccionadas durante el autoexamen.
Las manos se deben desplazar por las mamas siguiendo un patrón que pueden ser líneas o círculos, sin combinarlos, ya que el cambio puede resultar en dejar pasar por alto una zona.
Líneas: Si se opta por este método, se debe comenzar por la zona de la axila y desplazar los dedos hacia abajo poco a poco hasta que se encuentren debajo del seno. Luego mueva los dedos ligeramente hacia el centro y regrese lentamente hacia arriba. Siga subiendo y bajando hasta que haya cubierto toda el área.
Círculos: En este se debe iniciar en el extremo exterior del seno, moviendo los dedos lentamente alrededor de todo la mama, trazando un círculo. Para esto se debe mover la mano alrededor del seno en círculos cada vez más pequeños para acercarse cada vez más al pezón. Sin olvidar revisar la axila y la parte superior del pecho también.