El palmar largo es uno de los últimos vestigios de la evolución del cuerpo humano que se puede encontrar en nuestros organismos. Esto mismo ocurre con otras partes como el apéndice y las “muelas del juicio” que en algún momento fueron fundamentales para la humanidad.
A pesar de que este músculo, que más del 10% de la población no tiene, ya no es muy útil en el día a día, sí suele serlo en cirugías reconstructivas.
¿Qué es el palmar largo?
El palmar largo es un músculo que se encuentra en ambos antebrazos cuya extensión va desde la muñeca al codo.
Antiguamente, era utilizado para escalar árboles y diversas superficies para conseguir comida cuando esto era necesario. Con el paso de los años esta actividad dejo de ser imprescindible, misma razón por la que el músculo dejó de serlo.
El palmar largo sigue estando presente en algunos primates que lo utilizan en su hábitat natural, sin embargo, en los humanos este puede ser más corto e incluso inexistente.
Actualmente, sus funciones se restringe a ser utilizado en cirugías reconstructivas y cosméticas como aumento de labios, injertos de tendón, corrección de parpados caídos, parálisis facial y síndrome del túnel carpiano grave.
Su uso en este tipo de procedimientos se debe a que su extracción o inexistencia no afecta al funcionamiento del brazo.
Cómo saber si aún lo tienes
El sencillo método para saber si aún el palmar largo es notorio consiste en una simple técnica que, de hecho, se viralizó la existencia del músculo.
Para ello solo basta con poner el brazo sobre una superficie plana con la palma de la mano hacia arriba, juntar el dedo meñique y el pulgar mientras el antebrazo sigue en descanso. Si un tendón sobresale en esta posición es porque el palmar largo se encuentra debajo flexionado.