Una mujer de 25 años comenzó a desmayarse recurrentemente sin ningún motivo aparente, meses más tarde la diagnosticaron con disautonomía, un tipo de enfermedad que afecta al sistema nervioso autónomo y que tiene síntomas peligrosos y confusos.
Kate Zenor, es una mujer de 25 años que contó su experiencia antes de ser diagnosticada con disautonomía, un tipo de enfermedad neurológica también conocida como neuropatía autonómica.
La joven descubrió los primeros síntomas de su afección cuando tenía 24 años, cuando comenzó a tener desmayos de forma recurrente, según relató a Insider. Aunque en un comienzo pensó que podía ser un problema con su alimentación, luego de varias visitas al diferentes especialistas logró un diagnóstico: disautonomía.
¿Qué es la disautonomía?
Esta enfermedad, según el manual médico MSD, corresponde a “trastornos de los nervios periféricos con una afectación desproporcionada de las fibras autónomas”. En términos aún más simples, Clínica Mayo, detalla que la enfermedad se produce cuando “cuando se dañan los nervios que controlan las funciones corporales involuntarias”.
El que los nervios se vean perjudicados hace que las señales involuntarias enviadas por el cerebro a otros órganos como el corazón, vasos sanguíneos y glándulas sudoríparas se vean interferidas y, por lo tanto, no cumplan su función de la manera adecuada detonando problemas.
Síntomas
Los síntomas de esta afección, de acuerdo al manual médico, van desde la hipotensión ortostática, vejiga neurogénica, disfunción eréctil, gastroparesia hasta la constipación intratable.
Estos se traducen en mareos y desmayos al estar de pie, los cuales son provocados por el descenso repentino de la presión arterial. En algunas personas estos desvanecimientos suceden cuando una persona se levanta luego de estar sentada o acostada, describe el portal de Clínica Mayo.
La disautonomía también puede causar problemas para orinar, los que se reflejan en dificultad para realizar la micción o tener incontinencia; problemas sexuales, que en hombres se manifiestan como disfunción eréctil y en mujeres como “sequedad vaginal, baja libido y dificultad para alcanzar el orgasmo”.
La enfermedad también puede manifestar problemas intestinales, en los que los pacientes pueden perder el apetito, sentirse satisfechos con pocos bocados, tener problemas para deglutir, diarrea, entre otros.
Uno de los síntomas prematuros que aparecieron en el caso de Kate fue la poca sudoración, lo cual repercutió en la baja o nula capacidad de regular su temperatura corporal, esto igual puede manifestarse como sudoración excesiva.
La lenta reacción de las pupilas -ambientarse a la luz o tener repentina mala visión-, además de la intolerancia a hacer ejercicio, ya que la disautonomía puede provocar que “la frecuencia cardíaca se mantenga igual en lugar de adaptarse al nivel de actividad física”.
¿Quiénes pueden tener disautonomía?
La disautonomía o neuropatía autonómica suele ser consecuencia de una enfermedad subyacente que afecte al sistema nervioso autónomo.
Algunas de estas pueden ser la diabetes cuando no está bien controlada, la cual comienza a manifestar falta de sensibilidad y desregulación de la temperatura en los pies y manos.
La amiloidosis, una afección que consiste en la acumulación anormal de proteínas en los órganos, también puede ser la razón detrás de la afección, afirma el manual médico.
Enfermedades autoinmunes, medicamentos, infecciones por virus o bacterias y trastornos hereditarios, también están entre las causas de la disautonomía.
Kate Zenor, quien fue diagnosticada siete meses después de presentar sus primeros síntomas, tuvo que dejar su trabajo y actualmente se dedica a hacer encuadernaciones de colección y cosplay, actividades que realiza de pie, ya que no puede mantenerse de pie por mucho tiempo.