Fue hace algunas semanas cuando Cecilia Bolocco confirmó que se había contagiado de COVID-19, enfermedad que le produjo gran cantidad de problemas de salud, en un cuadro que se extendió por varios días.
Sin ir más lejos, en una de sus transmisiones en Instagram la exMiss Universo sostuvo que incluso vivió complicaciones en su estado de ánimo, las cuales calificó de anormales.
“Llevo más de 5/6 días y sigo saliendo positivo con el test de antígeno, me sigue saliendo positivo y el Covid me sigue teniendo tontorrona, pero así como lenta”, indicó semanas atrás.
“Me volví media loca (…) Me bajó una angustia, era todo muy dramático, pensaba que mi vida no valía nada, que lo había hecho todo mal, que no me había cuidado, cómo podía ser que me sentía tan mal. Pensaba que me quedaba poco tiempo por vivir, puras cosas dramáticas. Como que me afectó la cabeza”, profundizó.
Sin ir más lejos, la también diseñadora tuvo que cancelar gran cantidad de eventos debido a la enfermedad, que la ha tenido con cuarentena estricta.
Casos similares al de Cecilia Bolocco ¿Qué daños neuronales provoca el COVID?
A raíz de lo vivido por Boloco, y teniendo en cuenta decenas de testimonios similares en redes sociales, bien vale preguntarse qué tipo de daños cerebrales o neurológicos provoca la COVID.
En este sentido, en marzo pasado un estudio de la Universidad de Oxford reveló que la COVID-19 puede reducir el tamaño del cerebro, disminuir la materia gris en las regiones que controlan las emociones y la memoria y dañar las áreas que controlan el sentido del olfato.
Los científicos afirman que los efectos se observan incluso en personas que no han sido hospitalizadas por COVID-19, y que es necesario investigar más a fondo si el impacto puede revertirse parcialmente o si persiste a largo plazo. “Hay pruebas sólidas de anormalidades relacionadas con el cerebro en la COVID-19”, dijeron los investigadores.
Incluso en los casos leves, los participantes en la investigación mostraron “un empeoramiento de la función ejecutiva”, responsable de la concentración y la organización, y el tamaño medio del cerebro se redujo entre un 0,2% y un 2%.
“El cerebro es plástico, lo que significa que puede reorganizarse y curarse a sí mismo hasta cierto punto, incluso en las personas mayores”, afirmó la profesora y autora principal del estudio, Gwenaëlle Douaud, de la Universidad de Oxford.
El estudio, revisado por expertos, investigó los cambios cerebrales en 785 participantes de entre 51 y 81 años que se habían sometido a escáneres cerebrales antes y durante la pandemia como parte del estudio del Biobanco del Reino Unido, incluyendo 401 personas que contrajeron COVID entre sus dos escaneos. El segundo escáner se realizó una media de 141 días después del primero.
Los datos indicaron además que algunas personas que tenían COVID sufrían de “niebla cerebral” o nubosidad mental que incluía el deterioro de la atención, la concentración, la velocidad de procesamiento de la información y la memoria.
Los investigadores no dijeron si la vacunación contra el COVID tenía algún impacto en la condición, pero la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido dijo el mes pasado que una revisión de 15 estudios encontró que las personas vacunadas tenían aproximadamente la mitad de probabilidades de desarrollar síntomas de COVID largo en comparación con los no vacunados.