Un particular método médico ha encendido la polémica en Israel, esto ya que más de 12 niños han nacido a partir de inseminaciones realizadas con esperma de soldados muertos.
Tan curioso como suena lo es el procedimiento al que se deben someter los cadáveres, ya que los especialistas aseguran que solo pueden extraerse los espermatozoides durante las primeras 72 horas desde el deceso.
El debate se ha abierto debido a que muchos afirman que este método médico estaría avalado e impulsado por una ley estatal de dicho país que asegura la protección de los padres e hijos de los soldados fallecidos en servicio.
En Israel, algunos padres de los soldados muertos en combate están haciendo extraer la esperma de sus seres queridos fallecidos con la esperanza de que algún día el semen extraído pueda servir para engendrar un hijo, presionando así por su derecho a ser futuros abuelos, según informa Bloomberg.
Y parece que esta extraña tendencia, ya ha sido “probada y aprobada”. Según el medio estadounidense, ya han nacido unas cuantas docenas de niños de esta manera.
La polémica ley continuidad
El parlamento israelí aprobó este marzo una legislación preliminar que apoya esta práctica (también conocida como proyecto de ley de continuidad), lo que allana el camino para un fenómeno aún más extendido.
“Puede que con el tiempo lo ampliemos al resto de la sociedad, pero estamos empezando con los militares, porque cogemos a personas de 18 a 21 años y les decimos: ‘Tienes que servir a tu país por ley. Si te pasa algo, nos ocupamos de ti, y si mueres, nos ocupamos de tus padres e hijos"”, dijo a Bloomberg Zvi Hauser, miembro del parlamento israelí y promotor del proyecto de ley.
“Ahora tenemos la tecnología para que si no tienes un hijo y quieres dejar uno, podamos dárselo a tu mujer o a tus padres”, agregó.
El procedimiento médico
Según Bloomberg, después de que un hombre muere, sus espermatozoides viven hasta 72 horas y pueden ser recuperados con una incisión en el testículo, y luego congelados. Antes de este lapso de tiempo, el cónyuge o los padres de un militar caído –en caso de que haya dado su permiso previo por escrito– podrían, según el reporte, solicitar el esperma.
“Somos muy posmodernos en nuestras prácticas reproductivas”, dice Zvi Triger, profesor de derecho de familia en el Colegio de Estudios Académicos de Gestión. “Ahora, incluso estar muerto no impide tener hijos“.
Aunque muchos países han prohibido procedimientos similares –Alemania, Italia y Suecia, entre otros–, la regulación en EE. UU., por ejemplo, varía según los estados. No obstante, procedimientos similares se reservan a las viudas, y no suelen ser los padres de los fallecidos, como está sucediendo en Israel, que tiene una larga tradición de promover las familias numerosas.
El debate sobre los “huérfanos”
Por otro parte, hay quienes que, a pesar de la empatía que puedan tener con los padres desconsolados, consideran que la práctica presenta serios problemas que hay que tomar en consideración.
Por ejemplo, los detractores argumentan que lo mejor para un niño es que nazca de padres vivos y no en un estado de “orfandad planificada”, como aseguró Gil Siegal, director del Centro de Derecho Médico, Bioética y Política Sanitaria del Colegio Académico Ono de Israel, en entrevista con Bloomberg.
“Mi corazón está con los padres desconsolados, pero el discurso en torno a la fertilidad y el nacimiento debe comenzar con madre-padre-hijo, no con abuela-abuelo-hijo”, dijo.”Cuando se recupera el esperma de un muerto, se intenta restaurar algo perdido en circunstancias trágicas”, continuó. “Es como erigir un monumento vivo”