Este 18 de marzo se conmemora el Día Mundial del Sueño, una fecha que nos invita a reflexionar sobre la calidad del descanso nocturno y de ciertas enfermedades que lo podrían afectar, como por ejemplo la apnea del sueño, un trastorno respiratorio que puede generar un impacto significativo en la vida cotidiana de las personas.
De hecho, la famosa actriz estadounidense Carrie Fisher, quien interpretó a la princesa Leia en la saga Star Wars , falleció en diciembre de 2016 debido a esta complicación médica. Según los exámenes forenses, la también escritora murió por “la apnea del sueño y otros factores no determinados”.
En términos generales, se trata de una patología que ocurre durante el sueño y cuya principal característica es la obstrucción del flujo de aire mientras la persona duerme.
Tanto niños como adultos pueden padecer de esta enfermedad, aunque para los pacientes adultos o quienes llevan años sin recibir un tratamiento, los riesgos pueden ser mayores.
El Dr. Héctor Rojas, otorrinolaringólogo de Clínica Santa María, explicó que “esto se produce porque, aunque el cerebro está dando la orden para respirar, la persona no puede hacerlo, ya que hay algo que está obstruyendo la vía aérea; así esta vía aérea se cierra y el sujeto cae en apnea”.
Por otra parte, el Dr. Enzo Rivera, neurólogo especialista en sueño de Clínica Ciudad del Mar, afirmó que con el tiempo “se comienza a realiza apneas mucho más largas que pueden producir una desaturación de oxigeno arterial en la sangre”.
Los efectos de este trastorno respiratorio evitan que el paciente descanse adecuadamente, afectando el rendimiento durante sus actividades diarias y ,a largo plazo, podría aumentar el riesgo de sufrir complicaciones médicas como accidentes cerebrovasculares.
Señales a las que prestar atención
Hay pacientes que pueden llegar a padecer cientos de apneas sin darse cuenta. Las señales de alerta más comunes son los ronquidos y las pausas respiratorias, aún que no son las únicas.
El Dr. Rivera aseguró que “entre los síntomas está la somnolencia diurna. El paciente puede sentir que no descansó bien y amanecer con dolor de cabeza, la boca seca, falta de concentración durante el día, fallas de memoria, cambios de humor e irritabilidad”.
En el caso de los niños, pueden presentar “dolores de cabeza, déficit atencional, falta de concentración y agresividad”, indicó el especialista.
¿Cómo es el tratamiento de la apnea del sueño?
Para este trastorno respiratorio existe tratamiento, pero dependerá de las causas por las cuales la persona hace la apnea obstructiva del sueño.
En algunos casos “se puede usar una máquina que venza esta apnea, llamada CPAP. En otros, se puede plantear la alternativa de utilizar unos dispositivos de avance mandibular o llevar a cabo cirugías para estos pacientes”, señaló el Dr. Héctor Rojas.
También, existe la posibilidad de optar por “cirugías del sueño”, intervenciones quirúrgicas para mejorar el flujo respiratorio. La más frecuente es la faringoplastia, que consiste en modificar la anatomía de la orofaringe.
“Lo que se busca es cambiar la función de los músculos que producen el cierre de la vía aérea alta, es decir movilizamos un músculo especifico, le cambiamos el vector y lo transformamos así en un músculo dilatador, que abra la faringe, o al menos que no la cierre”, puntualizó el otorrinolaringólogo.
Si se detecta a tiempo y se accede a un tratamiento oportuno, se puede llegar a corregir eficazmente, la persona obtiene una mejor calidad de vida y dormir perfectamente durante las noches.
Por otra parte, “si no hay un diagnóstico y un tratamiento precoz, lleva finalmente a incrementar el riesgo de accidentes cerebrovasculares, infartos del corazón, arritmia cardiaca e incluso una muerte súbita”, advirtió el neurólogo especialista en sueño.
En esta línea, el Dr. Rojas confirmó que “mientras más tiempo lleve el paciente con un síndrome de apnea obstructiva sin tratar los riesgos serán mayores, por eso el diagnóstico precoz y manejo oportuno son fundamentales”.