La madre se enteró de la enfermedad que sufre su pequeño hijo luego de publicar una fotografía de él en Instagram.
Locklan Samples es un niño de poco más de un año, originario de Georgia, Estados Unidos, que sufre un raro síndrome que le impide peinarse el cabello.
Esta llamativa enfermedad afecta a cerca de otras 100 personas más en el planeta.
La afección denominada “síndrome del cabello impeinable”, hizo que Locklan llamara la atención de todo el mundo después de que su madre subiera una foto del niño en Instagram para crear conciencia.
El pequeño comenzó a verse afectado por el poco conocido síndrome a los 6 meses, cuando su cabello castaño y sedoso comenzó a cambiar de color y fue reemplazado por, lo que su madre Katelyn y su padre, Caleb, llamaron “pelusa de durazno”.
Es decir, un tipo de cabello claro, casi albino y muy delgado.
“Sabíamos que era diferente, pero no sabíamos exactamente cómo. Y luego siguió creciendo y creciendo”, dijo su madre.
Luego de publicar fotografías del niño en la red social, alguien les comentó que podría tratarse del mencionado síndrome, razón por la cual decidieron llevarlo al médico, donde les dieron el diagnóstico.
“La doctora dijo que solo había visto esto una vez en 19 años. No creíamos que fuera ese síndrome por lo raro que es, pero tomaron muestras y un patólogo las examinó con un microscopio especial”, declaró su familia en conversación con People.
¿En qué consiste el síndrome del cabello impeinable?
De acuerdo al Centro de Información Genética y Enfermedades Raras, la enfermedad consiste en “una rara anomalía del tallo del pelo del cuero cabelludo”.
La condición se caracteriza por cabello seco, rizado, de color café claro o rubio, que se proyecta para fuera, y crece en diferentes direcciones, siendo prácticamente imposible de peinarse.
El síndrome sería causado por mutaciones genéticas en uno de 3 genes: PADI3, TGM3 y TCHH.
A pesar de su origen hereditario, suele haber mejoría espontánea en la infancia tardía y el inicio de la pubertad, consigna el centro.
Sobre el cuidado del cabello de Locklan, su madre señala que: “Apenas tengo que lavarlo, a no ser que esté jugando literalmente en la tierra, porque no se engrasa”.
“Es increíblemente suave, y la gente quiere tocarlo todo el tiempo. Apenas lo peino, porque es muy frágil. Trato de ser muy delicada con él y no lo toco a no ser que sea necesario”, afirma sobre el extraño síndrome que afecta a su hijo.