En el 2010 la Organización Mundial de la Salud ya consideraba la obesidad como una pandemia, debido a los altos índices de esta enfermedad a nivel global.
La última Encuesta Nacional de Salud, realizada en el 2017, reveló que casi el 40% de los chilenos tiene sobrepeso y, lamentablemente, los niños también forman parte de esta cifra.
De acuerdo al mapa nutricional 2020 de la Junaeb, cerca del 20% de los niños en edad escolar sufren de obesidad, una cifra realmente alarmante.
Por eso en el día mundial de la Obesidad se hace importante explicar las primeras señales y las formas de prevenir esta enfermedad.
Señales de obesidad infantil
Los primeros indicios de que un niño está sufriendo obesidad infantil es “la mayor acumulación de grasa en el área abdominal”, detalla la nutricionista de Clínica Santa María, Bernardita Vignola.
Aunque el factor más decisivo es el aumento de peso generalizado, explica la profesional.
“Para diagnosticar si un niño tiene obesidad hay que ir a los patrones de crecimiento de la OMS, y calcular el índice de masa corporal”, explica Vignola.
“Cuando este está sobre dos desviaciones por encima de la mediana establecida, se hace el diagnóstico de obesidad”, afirma la nutricionista.
No obstante, en el caso de los niños mayores de 6 años se utiliza el IMC normal que se usa en los adultos, distingue la pediatra de Clínica Vespucio, Gema Pérez.
Riesgos de la obesidad en niños
Los niños obesos “tienen muchas más posibilidades de desarrollar asma bronquial, especialmente si tienen antecedentes familiares de asma”, advierte Pérez.
Estos menores tienen también más posibilidades de “desarrollar resistencia a la insulina, diabetes y de hipertensión” antes de los 15 años, explica la pediatra.
Según la especialista el pronóstico no mejora si los índices de obesidad se mantienen por años: “El riesgo cardiovascular de tener un infarto al miocardio o cerebrovascular antes de los 30 años” también aumenta, dijo la profesional de Clínica Vespucio.
Además, asegura que también se enfrentan a riesgos diarios cómo tener mala capacidad física, sufrir trastornos del sueño, mayor nivel de ansiedad y ser más sedentarios.
La nutricionista de Clínica Santa María, en tanto, también advirtió sobre las mayores posibilidades de sufrir fracturas y cáncer.
¿Cómo prevenir la obesidad infantil?
Por su parte, la médico nutriólogo de Clínica Bupa Santiago, Erika Albetman, detalló que los cuidados para prevenir que un niño sufra de obesidad deben comenzar desde el embarazo.
“Los hábitos maternos de la gestante, incluyendo su alimentación y la calidad de la misma, su composición corporal, el estrés y la calidad del sueño, pueden afectar el ambiente intrauterino, haciendo que éste sea más hostil y pueda generar algunos cambios en los genes del hijo”, señaló Albetman.
Sumado a esto es necesario crear una dieta y rutina balanceada para los niños que sea compartida por el núcleo familiar.
“Es clave limitar las actividades con pantallas, escoger actividades al aire libre, incentivar actividad física en familia y tener rutinas con horarios estables de alimentación”, recomendó la nutrióloga.