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Una joven maquilladora de 20 años tenía una picazón persistente en todo su cuerpo. Al principio pensó que era una alergia, pero resultó ser un cáncer. Con el fin de crear consciencia, ella compartió su historia y se hizo viral.
April Grierson comenzó a sufrir de una rara picazón crónica en junio del año pasado. Aunque en un primer momento pensó que era sólo alergia al detergente en polvo, luego descubrió que en realidad tenía cáncer.
La joven maquilladora de 20 años oriunda de Liverpool (Reino Unido), dijo al diario inglés Daily Mail que comenzó a preocuparse cuando cambió el producto y no notó ninguna diferencia en el síntoma.
Por lo mismo acudió al médico, quien en un primer momento pensó que tenía sarna y le recetó cremas y píldoras para tratar el problema. “Sabía que no podía ser sarna, ya que es altamente contagiosa y mi novio no la había contraído”, dijo la mujer.
Pero todo cambió cuando meses después le apareció un bulto en el cuello, por lo que fue derivada a un hospital, donde en menos de 30 días descubrieron que realmente tenía cáncer.
Fue así como en noviembre de 2021 ya tenía un diagnóstico más definitivo: linfoma de Hodking, un tipo de cáncer linfático que afecta la sangre.
De una picazón persistente al cáncer
Con el fin de alertar a otros, April Grierson compartió su historia en TikTok, viralizándose rápidamente.
“Tenía la sensación de que algo andaba mal”, dice la joven maquilladora en el video, pues presentía que su picazón no era normal. “Incluso le dije a mi madre que pensaba que tenía cáncer, pero ella lo atribuyó a que me sentía tan ansiosa”, añadió.
“Resulta que tenía razón y estoy muy contenta de haber seguido yendo a los médicos”, afirmó.
Luego, explicó su principal síntoma. “Al principio estaba tratando de averiguar a qué era alérgica. Me picaba la piel día y noche desde la cabeza hasta los pies. Me estaba desgarrando la piel”, indicó.
“No podía dormir y me estaba haciendo sangrar, estaba roja en carne viva”, enfatizó.
Aunque consultó a varios médicos por videollamada, no le daban una respuesta clara. “No pude obtener una cita cara a cara debido al Covid-19, así que seguí enviando más fotos, pero los médicos dijeron que no tenía sarpullido ni marcas distintivas en la piel para que hicieran un diagnóstico”, relató.
“En octubre encontré un bulto en mi cuello que creció rápidamente. A las tres semanas tenía una cita en un centro especializado en cabeza y cuello”, prosiguió.
Tras varios análisis supo lo que realmente pasaba con la inusual picazón y el bulto. “Me diagnosticaron cáncer ese día después de que los análisis de sangre, las tomografías computarizadas y una biopsia mostraran que tenía cáncer de sangre y que era un tumor en el cuello”, expresó.
“Estaba tan asustada que lloré y lloré. No podía creer que tenía que conducir a casa y decirles a mis padres que tenía cáncer. Estaba devastada”, manifestó.
Luego de realizarse nuevos exámenes se pudo determinar que el linfoma de Hodgkin estaba en etapa 2.
El tratamiento
April indicó que ahora se encuentra en un tratamiento de seis meses de quimioterapia para eliminar el cáncer que se ha propagado desde un ganglio linfático del cuello hasta el pecho y alrededor de la tráquea.
Como medida preventiva la joven se sometió a una extracción de óvulos en caso de que el tratamiento afectara su futura fertilidad.
No obstante, los medicamentos que se usaron para el procedimiento le causaron el síndrome de hiperestimulación ovárica, que hizo que sus ovarios se inflamaran y filtraran líquido a su cuerpo.
Esto hizo que April tuviera que pasar dos semanas en el hospital con líquido en los pulmones, pero afortunadamente, los médicos pudieron recuperar siete óvulos y cuatro embriones.
Tras pasar por esto, April instó a la gente a confiar en sus instintos, pues ella desde el inicio sabía que algo andaba mal.
“Estoy creando conciencia sobre todo lo que estoy pasando porque quiero que las personas sepan que conocen mejor su cuerpo”.
Qué es el Linfoma de Hodking
De acuerdo a la Sociedad Americana del cáncer, es un tipo de cáncer en los glóbulos blancos o linfocitos, y que puede iniciar en cualquier lugar, pero que suele hacerlo en los ganglios linfáticos de la parte superior del cuerpo.
“Las localizaciones más frecuentes son el tórax, el cuello o debajo de los brazos. Con más frecuencia, el linfoma de Hodgkin se propaga por los vasos linfáticos de ganglio a ganglio”, explican.
“Pocas veces, durante la etapa avanzada de la enfermedad, puede invadir el torrente sanguíneo y propagarse a otras partes del cuerpo, como el hígado, los pulmones y/o la médula ósea”, añaden.
Asimismo, indican que “puede presentase en personas de cualquier edad, y es más común en los hombres que en las mujeres”
