Una investigación encargada por Toxic-Free Future, un grupo de defensa del medio ambiente y la salud, mostró que prendas de vestir e incluso muebles que son resistentes al agua y a las manchas contienen PFAS, un tipo de plástico tóxico que está relacionado con enfermedades al corazón, hígado, cáncer, alteraciones hormonales y trastornos inmunológicos.
El estudio realizó pruebas químicas en 60 productos de ropa de cama, manteles y servilletas además de prendas de vestir para exteriores como chaquetas y parkas a prueba de agua.
El informe especificó que los productos investigados provenían de Asia pero eran vendidos en Estados Unidos e Internet.
¿Qué son las PFAS?
El término PFAS viene de las siglas en inglés para las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas.
Estas sustancias químicas “están formadas por una cadena de átomos de carbono y flúor enlazados que no se degradan en el medio ambiente”, consigna CNN.
Y según un informe de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, publicado en el 2015, el 99% de los estadounidenses tendrían esta sustancia química en su sangre.
Las FPAS se usan en productos como utensilios de cocina antiadherentes, batas quirúrgicas, celulares, aviones y vehículos de bajas emisiones. Aunque también es posible encontrarlos en alfombras y envases de comida.
Erika Schreder, coautora del informe y directora científica de Toxic-Free Future, recomendó a los consumidores a elegir productos no etiquetados como “waterproof” o “anti manchas”, además mencionó que, en el caso imperativo de necesitar un producto a prueba de agua, se puede optar por tejidos más apretados, membranas sin PFAS en las capas de la ropa.
También recomendó la “cera de parafina, que es el único revestimiento que se ha evaluado públicamente y se ha considerado más seguro”.
Otros hallazgos
El informe también descubrió que aunque algunas fábricas estadounidenses han dejado de producir dos sustancias PFAS que han sido relacionadas con cáncer y otras afecciones de manera voluntaria, aún pueden ser encontradas en los productos analizados.
De hecho, el estudio también encontró nuevas sustancias químicas que sustituyen estas PFAS, no obstante, se descubrió que solo reemplazan la cadena de ocho carbonos por otras de cuatro o seis pero que tienen los mismos riesgos para la salud de las PFAS originales.
Los expertos encargados de la investigación recomendaron que la mejor manera de evitar estos productos es autoeducarse en el tema. Aunque “lo más fácil que puede hacer un consumidor es no comprar cosas que se comercializan como resistentes a las manchas y al agua”, dijo la abogada y reguladora del Environmental Working Group, Melanie Benesh.