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Espéculo ginecológico: el incómodo aparato creado por un hombre que un grupo de amigas rediseñó

15 enero 2022 | 08:58

Crear un dispositivo amigable con las mujeres y desde el punto de vista del usuario, evitando todas las incomodidades que representa el actual espéculo que incluso puede frenar la visita ginecológica de las féminas.

La visita al ginecólogo suele ser sinónimo de incomodidad. Sólo pensar en tener que abrir las piernas para una exhaustiva revisión con el espéculo, a algunas ya les hace sentirse intimidadas.

El espéculo o pato ginecológico es un instrumento ginecológico, uno de los más antiguos de la medicina, que se utiliza específicamente para visualizar el cuello uterino y de esta forma comprobar que todo esté bien en la vagina de las mujeres.

Desafortunadamente, el aparato resulta algo invasivo y molesto, ya que su objetivo es ensanchar las paredes de la vagina, proceso que puede incluso generar dolor.

Sin embargo, cuatro mujeres buscan aliviar esta incomodidad y que las visitas al ginecólogo resulten menos incómodas, por lo que rediseñaron el espéculo desde el punto de vista del usuario, lo que resulta mucho más amigable que el invento inicial creado por un hombre que jamás pudo probarlo en sí mismo.

Espéculo: una historia oscura

Como el “padre de la ginecología moderna” se le conoció a J. Marion Sims, un médico que logró importantes avances en la materia, entre los que se encuentra la creación del espéculo vaginal.

Este aparato, que suele ser de metal o plástico, consiste en un cilindro hueco que se divide en dos partes, se inserta en la vagina y se abre con unas bisagras que se van ajustando con un tornillo que está en la base, con el objetivo de lograr la apertura ideal para examinar a las mujeres, consignó VIX.

Aunque signficó un avance, hay una historia oscura en su creación, puesto que a J. Marion Sims se le acusa de torturar a mujeres afroamericanas, quienes habrían sido sometidas a diversos procedimientos médicos, sin anestesia y obligadas por otros hombres.

Según consigna El País, el médico practicó medicina en el estado de Alabama, en Estados Unidos, entre los años 1835 y 1849, cuando la esclavitud aún era aceptada en la sociedad de esa zona norteamericana. En este lugar, Sims habría llevado a cabo sus experimentos con una decena de esclavas que no pudieron dar su consentimiento a las cirugías vaginales y fueron obligadas a dolorosos procedimientos.

Pese a su aporte a la medicina, Mario Sims ha sido desprestigiado una vez que se ha dado a conocer su verdadera historia, incluso en 2018 nueva York retiró desde Central Park una escultura que estaba en su honor, dando así alivio a cientos de activistas que recuerdan que los logros del médico costaron el sufrimiento de muchas mujeres.

Sin embargo, pese a su incomodidad, el aparato poco ha cambiado. Sigue siendo casi el mismo con leves cambios, como por ejemplo implementar uno plástico.

Cambiar la sensación de visitar al ginecólogo

El espéculo o pato ginecológico resulta ser muy útil actualmente en la medicina, según cifras que entrega el proyecto de salud femenina Yona, más de 60 millones de exámenes pélvicos son realizados anualmente en Estados Unidos, eso considerando que hay muchas mujeres que no tienen acceso a salud ginecológica.

Sin embargo, aunque han pasado caso 200 años desde la creación del aparato, nadie se había preguntado por qué no se rediseña con el objetivo de hacerlo más cómodo para mujeres.

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Este fue el cuestionamiento de las 4 mujeres fundadoras de Yona, Sahana Kumar, Hailey Stewart, Rachel Hobart y Fran Wang, quienes decidieron rediseñar el espéculo, tras incómodas visitas al médico y sufrir la ansiedad que genera pensar en este instrumento en la vagina.

Según indican en su web oficial, “rediseñar el espéculo fue el lugar correcto para comenzar, pero es inseparable del contexto en el que se usa. El examen en sí no tiene en cuenta las necesidades físicas y emocionales del paciente y, como resultado, puede ser ineficaz desde el punto de vista del procedimiento”.

Eso implica el resideño de un nuevo instrumento que se basa en el espéculo ginecológico, pero que brinda una mejor experiencia a las mujeres y también mejoras en la toma del examen físico.

De esta forma comenzaron a experimentar, comenzando por enumerar las cosas que habían sido incómodas para ellas las veces que habían estado en el ginecólogo, como por ejemplo el frío del metal, la sensación de que estiren tu vagina o el simple hecho de que visualmente el aparato pareciera un elemento de tortura.

Trabajaron en buscar nuevas formas para reinventar el aparato, que no tuviera el incómodo ruido del tornillo que ajusta las bisagras, cambiando su textura y generando un diseño más ergonómico y amigable con la vagina.

El objetivo no era sólo que fuera más cómodo para las mujeres, sino que también útil para ginecólogos, considerando que como señaló Hailey Stewart: “Cuanto más cómodo se siente un paciente, más rápido puede hacer su trabajo, más pacientes puede ver”, añadiendo que “hay un valor monetario real para la comodidad (de las pacientes)”.

Así nace Yona, de la mano de cuatro mujeres que se atrevieron a dar el paso y mejorar la sensación de la visita al ginecólogo. “El espéculo rediseñado es agradable para el cuerpo y accesible en la elección de la forma y el material, lo que lo hace menos frío e incómodo. Visualmente, es menos intimidante y auditivamente, es silencioso, lo que elimina los clics y los trinquetes discordantes. Funcionalmente, es un reemplazo perfecto para el espéculo actual y operar con una mano”, señalan.

En camino al mercado

El resideño fue presentado en diciembre de 2019 en el evento “Design Miami/” como parte del panel de Instagram “Desing for All”.

La misión de Yona es transformar la atención médica y de la vagina al mismo tiempo, sin embargo aún no pueden sacar su producto al mercado y que llegue a cientos de mujeres que buscan tener una atención más cómoda al asistir a sus controles ginecológicos.

Según cuentan en su web oficial, desde 2019 las empresarias están buscando encontrar socios con conocimientos y experiencias en el desarrollo de dispositivos médicos que las apoyen para llevar su espéculo al mercado.

Estas mujeres confían en su proyecto y siguen trabajando para mejorarlo y, tal como mencionó a Wired Fran Wang, ingeniera mecánica, cuando le das a los médicos la opción de elegir un espéculo mejor, ellos eligen el mejor, aunque es posible que no lo sepan hasta que lo obtengan.