Un nuevo estudio arrojó que consumir grasa derivada de los lácteos, ayudaría a reducir considerablemente el riesgo de padecer alguna enfermedad de caracter cardiovascular. La investigación, realizada por un grupo de científicos en Suecia, realizaron “un seguimiento de los sujetos durante una media de 16 años para observar cuántos sufrían infartos de miocardio, derrames cerebrales y otros episodios circulatorios graves, y cuántos de ellos morían”.
“Si bien los resultados pueden estar parcialmente influenciados por factores distintos de las grasas lácteas, nuestro estudio no sugiere que las grasas lácteas sean perjudiciales en sí mismas”, indicó Matti Marklund, investigador principal del Instituto George de Salud Global de Sydney, autor principal, según recoge CNN.
En estudios anteriores, según indicaron los investigadores, ya se había asociado que el consumo de algunos lácteos, especialmente aquellos fermentados, tenían positivos resultados para la salud cardíaca.
“Cada vez hay más pruebas que sugieren que el impacto en la salud de los alimentos lácteos puede depender más del tipo, como el queso, el yogur, la leche y la mantequilla, que del contenido de grasa, lo que ha planteado dudas sobre si evitar las grasas de los lácteos en general es beneficioso para la salud cardiovascular”, agregaron los científicos.
No obstante, explican que aunque estos alimentos tienen altos niveles de grasas saturadas, son ricos en otros nutrientes que resultan muy saludables, a diferencias de otros tipos de grasas que pueden ser perjudiciales.
Además, de acuerdo a los datos entregados en el estudio publicados en la revista especializada PLOS Medicine, los participantes tenían una mejor condición física, menor tasa de tabaquismo y una alimentación más equilibrada.