Un nuevo estudio arrojó que las personas que beben regularmente una pequeña cantidad de alcohol, tienen mayor riesgo de padecer fibrilación auricular.
Se trata de una investigación dirigida por la profesora Renate Schnabel, cardióloga consultora en el Centro Vascular y Cardíaco de la Universidad Hamburgo-Eppendorf, en Alemania, el cual fue llevado a cabo entre casi 108.000 personas a quienes se les hizo un seguimiento por 14 años.
Gracias al trabajo, publicado en la revista científica European Heart Journal, los expertos hallaron que en comparación a los abstemios, quienes beben incluso sólo una bebida alcohólica diaria tienen un riesgo un 16% mayor de tener el padecimiento.
Cabe destacar que los investigadores clasificaron como bebida alcohólica a aquellas que contienen al menos 12 g de etanol, equivalente a una copa de vino o una lata de cerveza.
De acuerdo al sitio de Mayo Clinic, la fibrilación auricular es la frecuencia cardíaca acelerada e irregular que puede aumentar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca y otras complicaciones relacionadas con el corazón.
“Durante la fibrilación auricular, las dos cavidades superiores (aurículas) del corazón laten de forma caótica e irregular, sin coordinar con las dos cavidades inferiores (ventrículos) del corazón. Los síntomas de fibrilación auricular generalmente comprenden palpitaciones, dificultad para respirar y debilidad”, consigna el citado portal.
“Hasta donde sabemos, este es el estudio más grande sobre el consumo de alcohol y la incidencia a largo plazo de fibrilación auricular en la comunidad y ahora podemos demostrar que incluso un consumo regular muy bajo de alcohol puede aumentar el riesgo de fibrilación auricular”, señaló, en tanto, la profesora Schnabel.
De esta manera, el consumo habitual de alcohol, sin importar si se trata de sólo “una copa de vino al día” como generalmente se aconseja, no debería recomendarse sin tener en cuenta los riesgos en cuanto a potenciales enfermedades relacionadas al corazón y vasos sanguíneos, incluyendo la fibrilación auricular.
Cabe señalar que de las 107.845 personas analizadas en Suecia, Noruega, Finlandia, Dinamarca e Italia, 5.854 desarrollaron este padecimiento. El riesgo fue similar para todo los tipos de bebidas alcohólicas y tanto en hombres como mujeres.
Para la investigación, los participantes se sometieron a exámenes médicos en el momento en que se unieron a los estudios entre 1982 y 2010, proporcionando información sobre sus antecedentes médicos, estilos de vida (incluido el consumo de alcohol y tabaco), niveles de empleo y educación.
A su vez, los expertos determinaron que el riesgo aumentaba mientras mayor fuera la ingesta de alcohol; hasta dos tragos diarios se asoció con un 28% más de riesgo, mientras que para quienes consumían más de cuatro tenían un 47% más de riesgo.
Tal como consigna el portal especializado Eurek Alert, dentro de las limitaciones del estudio encontramos el hecho de que los participantes del estudio informaron el tipo y la cantidad de alcohol que bebieron y esto podría dar lugar a un subregistro; la información disponible no permitió a los investigadores observar los efectos del consumo excesivo de alcohol; algunos episodios de fibrilación auricular pueden ser asintomáticos y, por lo tanto, es posible que no se hayan informado.
Además, sólo se incluyeron en los análisis adultos de toda Europa, por lo que puede que no sea posible generalizar los resultados a otras poblaciones. A su vez, como el estudio fue observacional, solo puede mostrar una asociación entre la ingesta de alcohol y la fibrilación auricular y no que el alcohol cause fibrilación auricular.