La mayoría de las personas que escuchan hablar del Síndrome de ovario políquistico (SOP) lo asocian a riesgos de infertilidad y problemas de peso. Sin embargo, es trastorno que va mucho más allá de eso y que incluso puede afectar la salud mental de una mujer.
Pero ¿qué es el SOP? Según la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU. “es una afección en la cual una mujer tiene niveles muy elevados de hormonas (andrógenos)”.
La alta presencia de los andrógenos puede llevar a problemas como “irregularidades menstruales -poca frecuencia o prolongados-, infertilidad, problemas de la piel como acné, aumento de vello y aumento en el número de pequeños quistes en los ovarios”.
El doctor Alejandro Manzur, docente de la U. Finis Terrae y ginecólogo especialista en Endocrinología Reproductiva e Infertilidad, explica que la incidencia del SOP fluctúa entre 5 y 7% de la población y es más prevalente en algunas poblaciones, como por ejemplo, en la cuenca del Mediterráneo.
Por lo general, las mujeres que sufren de SOP están entre los 20 y 30 años. “El síntoma principal es el desorden en el ciclo menstrual, con tendencia a espaciar o suspenderse los ciclos, lo que se conoce como oligomenorrea y amenorrea (ausencia de menstruaciones por más de 3 meses). También son frecuentes las manifestaciones por el exceso de andrógenos tales como el exceso de vello (hirsutismo) cutis graso o seborrea y acné”, explicó el especialista.
Por lo general, las mujeres con hirsutismo, comienzan a ver presencia de vello en el pecho, abdomen y cara, e incluso alrededor de los pezones. El cuanto al acné, este aparece en el rostro, tórax y espalda.
Manzur añadió además que “puede haber insulino resistencia asociada (componente metabólico de la enfermedad) y dislipidemias (otro componente metabólico) determinando mayor riesgo de desarrollar diabetes y enfermedad cardiovascular”.
¿Cuándo consultar al médico?
Según el especialista, una mujer en edad fértil con menstruaciones irregulares debería acudir a un médico, especialmente si presenta alguna de las manifestaciones anteriormente mencionadas.
“(Para la cita con el médico) Debiera llevar un registro de sus fechas de últimas menstruaciones y la duración de las mismas ya que el patrón suele ser irregular en ciclicidad y en cantidad (algunas reglas escasas y otras prolongadas y abundantes en una misma paciente). El problema suele presentarse precozmente en la vida, es decir, desde las primeras reglas post menarquia (primera menstruación) en adelante”, recomendó el ginecólogo.
La detección temprana de este trastorno permite evitar en el futuro algunas de las compilaciones que trae asociada como la esterilidad, diabetes gestacional o presión arterial alta causada por el embarazo, aborto espontáneo o nacimiento prematuro.
Pero no todos sus problemas están vinculados a la fertilidad, ya que las mujeres también pueden experimentar otras complicaciones. “Aparte de la dificultad obvia para embarazarse por la disfunción ovulatoria, estas pacientes presentan frecuentemente insulino resistencia y predisposición a diabetes, pudiendo expresarse en el examen físico una mayor pigmentación de los pliegues axilares, inguinales y cervicales conocida como acantosis nigricans”, afirmó el médico.
“Lo mismo la presencia de acrocordones (especie de lunares polipoides que suelen salir en el cuello) sugiere fuertemente la misma condición de resistencia a insulina. Es frecuente la asociación con obesidad androide o centrípeta (masculina) donde lo más llamativo es la acumulación de tejido adiposo en la cintura, lo que disminuye el índice cintura/cadera y hace que estas mujeres con obesidad se parezcan más a la figura de una manzana que a la de una pera (obesidad ginecoide propiamente tal)”, añadió.
“Las complicaciones metabólicas producto de las dislipidemias asociadas (colesterol y triglicéridos elevados) predispone a estas mujeres a enfermedad cardiovascular con mayor frecuencia de infarto al miocardio, entre otras. Por último, la anovulación crónica sin tratamiento puede terminar en un cáncer de endometrio (cuerpo uterino, no cuello uterino)”, advierte.
El impacto en la salud mental
Como si fuera poco, las pacientes también ven afectada su salud mental. La gran mayoría de ellas presenta un autoestima baja producto de la aparición de exceso de vello, acné y obesidad, además de la “frustración por lo difícil que les resulta bajar de peso y cambiar sus hábitos”.
“Si a eso le sumamos la dificultad para lograr un embarazo resulta perfectamente explicable la tendencia al ánimo depresivo y la visión negativa de la vida. El componente emocional no es el causante de las manifestaciones asociadas al desorden endocrino metabólico del SOP, sino más bien una consecuencia del mismo”, explicó el ginecólogo.
El tratamiento del SOP debe ser indicado por un médico, pero también requiere del esfuerzo de la paciente. “Claramente el hecho de aumentar de peso empeora la condición de SOP exacerbando el desorden endocrino metabólico, es decir, aumenta más la anovulación, el hiperinsulinismo y la alteración en el perfil lipídico”.
Por ello es importante que la mujer logre bajar de peso y manternerlo de forma natural, optando por dieta balanceada y ejercicio aeróbico frecuente. “Son populares y efectivas las dietas de bajo índice glicémico donde se restringen, sin prohibir del todo, los alimentos de alto índice glicémico, entre ellos la mayoría de los carbohidratos, tales como los tubérculos, harinas y frutas excesivamente dulces (chirimoyas, mangos, uva, higos, etc.)”, añadió.
En cuanto a la medicación, esta va a depender de cada paciente y su objetivo. Por ejemplo, si no busca un embarazo, el uso de anticonceptivos orales puede ser una alternativa que “ayudará a restablecer la ciclicidad de las menstruaciones y disminuir los síntomas de hiperandrogenismo, mejorando el cutis y disminuyendo el exceso de vellos”.
En cambio, si se está buscando un embarazo, “debe indicarse inductores de la ovulación supervisados por un especialista en medicina reproductiva para evitar el embarazo múltiple o la pérdida de tiempo por consumir durante meses un fármaco que no resultara efectivo en lograr la ovulación”.
En algunos casos, también es necesario agregar insulino sensibilizadores como la metformina.
Pero sin duda lo más importante es acudir a un médico que pueda indicar cuáles son las mejores alternativas para su caso, ya que todas las personas diferentes.