Esta semana se conoció el caso de Macarena Alvear, una joven de 30 años quien en 2017 se sometió a una lipoescultura y lipoinyección en los glúteos a fin de mejorar su figura. La familia de Macarena asegura que la mujer realizó todas las averiguaciones necesarias antes de someterse al procedimiento quirúrgico.
Sin embargo, durante el procedimiento Macarena sufrió un paro cardiorrespiratorio posiblemente, según denuncia la familia, por mal manejo de la anestesia durante la intervención. Actualmente, la mujer fue diagnosticada con una encefalopatía hipóxica isquémica, la cual es producida por una falta de oxígeno en el cerebro.
A tres años de la terrible situación, Macarena se encuentra en estado vegetal y con diversos cuidados por parte de su familia.
Uno de los destacados médicos cirujanos, reconocido por la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica, el doctor Esteban Torres, advierte a quienes deseen realizarse intervenciones estéticas, “por lo general cuando un paciente queda en estado vegetal como ese accidente que ocurrió, muchas veces se debe a problemas anestésicos”.
El profesional agrega que “cuando se hacen cirugías, ya sea plástica, estética, traumatológica o ginecológica con lo que se llaman anestesias espinales –es decir un pinchazo en la espalda que es lo que se usa para una cesárea– esta anestesia puede subir y puede comprometer los centros respiratorios. En ese caso podemos tener accidentes como el de este tipo”.
Además, enfatiza en que para este tipo de intervenciones es imprescindible constatar que el lugar donde se realice sea el idóneo y entregue las garantías fundamentales.
“Cualquiera sea el lugar que elija el paciente, no solo debe contar con los requerimientos y acreditaciones, sino también con un anestesista entrenado que esté presente durante toda la intervención”, apuntó el Doctor Torres respecto a lo fundamental que es la presencia de personal entrenado y calificado para enfrentar este tipo de situaciones.
¿Cómo elegir un cirujano plástico?
Rolando González, jefe del equipo de Cirugía Plástica, Reconstructiva y Quemados del Hospital Padre Alberto Hurtado, contó el año pasado a BioBioChile que hay un factor clave para saber si un cirujano está apto o no para operar a alguien: su título profesional.
Gozález enfatizó que un cirujano plástico acreditado es la única opción segura para operarse. Según define la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica, es alguien que cursó los siete años de Medicina en la universidad, luego tres de especialización en cirugía general y dos o tres años de especialización en Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva.
Para evitar problemas, el cirujano plástico recomendó a quienes quieran someterse a una intervención de este tipo ir a la Superintendencia de Salud y buscar a los prestadores: ahí aparece el currículum de los médicos.
“El término cirujano estético no existe”, aclaró González. “No es un título acreditado en Chile. Muchos de ellos son cirujanos generales dedicados a la estética o incluso médicos generales, anestesistas o ginecólogos”, añadió.
Respecto a qué hacer en caso de enfrentarse a un médico no especializado que ofrece cirugías estéticas, Claudio Thomas explicó que no se puede denunciar puesto que “la ley actual no determina ninguna sanción para el médico que está haciéndose propagandas, o haciendo propaganda de cirugías sin tener las competencias para hacerla”.
Y detalló: “tiene que haber una demanda o tiene que actuar el fiscal y demandar por lesiones graves y de ahí evaluar si es que corresponde a un acción de tipo negligente”.