Señor Director:

Soy un padre TEA, casado con una mujer TEA y con dos hijos TEA, uno de 6 y otro de 15 años. Debo comentar que me duele ver cómo se está tratando el tema del niño que golpeo a la profesora en Trehuaco.

Principalmente, mi dolor viene de los comentarios publicados en este mismo portal en las noticias relacionadas con el tema, donde usuarios de esta página se refieren a ellos como “enfermos mentales” y “retrasados mentales” y esto no lo hacen de forma inconsciente, sino que lo hacen sabiendo el daño que provocan.

Crecí con comentarios despectivos de mis profesores (algunos, tuve profesores maravillosos también) y crecí con el bullying por parte de mis compañeros de curso por ser mapuche.

Al leer tanto los comentarios como las noticias en sí, veo un desconocimiento total del tema. Primero, no es una enfermedad, es una condición. Es decir, es algo con lo que tienes que vivir de por vida, puesto que, al no ser enfermedad, esta condición no puede ser curada. Más bien se trabaja con las dificultades de cada niño.

En los comentarios leí a muchos escribir cosas como: “tengo una sobrina que no es así”… Con esto entiendo que lo que dicen es falso, porque si realmente tuvieran un familiar Tea entenderían lo que está pasando ese padre.

TEA significa Trastorno del Espectro Autista. Esto quiere decir que cada niño o persona TEA es distinto al otro, por ende, no son comparables. El trastorno se trata de una dificultad en entender cosas cotidianas y conductas sociales. Como decía el padre del niño, muchos TEA son literales, no entienden el doble sentido, las bromas, etc. Otros TEA desarrollan intereses restringidos (volviendo muy conocedores de ciertos temas, que son los que les interesa). Por lo tanto, no podemos encerrar a todos dentro de una misma conducta. Hay niños TEA que son como una foto y otros que tienen comportamientos disruptivos.

Usted se preguntará como se trata esta condición, pues esto se trata con muchas terapias y algunas veces con medicamentos para controlar estos impulsos.

Muchos de los padres de niños TEA optan por Homeschool, por lo mismo, para evitar este tipo de conflictos. Es sabido que como en todas las profesiones de nuestra sociedad hay personas que trabajan bien y otras que trabajan mal. Si me pregunta a mí, yo considero que hay mucho profesor desactualizado en estos temas y eso es perjudicial tanto para el colegio como para los mismos alumnos.

Hace algún tiempo se dictó una Ley de autismo, lamentablemente esta ley solo promueve la inclusión de forma verbal, ya que en la práctica estos niños siguen siendo discriminados por su comportamiento o rigidez mental, esta ley no aborda de forma alguna el problema en sí.

El Estado chileno se preocupa por minorías LGTB, pero no lo hace por personas que realmente mueren a causa de enfermedades, como los múltiples cánceres que afectan a la población o a niños del espectro autista que sufren a diario comentarios discriminatorios.

Muchos se llenan la boca con la inclusión y la tolerancia, pero solo como discurso porque la “hora de” salen a mostrar su verdadero rostro, el que desprecia al diferente. Nos falta mucho como sociedad y dudo que los años que me quedan de vida vea un cambio real.

Al padre solo me queda decirle que respire hondo, que no tome en cuenta el comentario de gente mal intencionada que no aporta en nada. Entiendo todo el esfuerzo que hay detrás de un niño TEA, ya sea de los familiares, profesores, terapeutas, fonoaudiólogos, psicólogos, etc. Paciencia, que se seguirá topando con gente mala leche, en este país tenemos de sobra.

Un fuerte abrazo al padre y que siga adelante, que nadie lo ayudará con las terapias y los medicamentos. Los TEA están en una indefensión total, quizás si se autopercibieran de otra forma los tomarían más en cuenta.

Por Rodrigo Collio

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