Imaginen a Hal y Lois, padres de Malcolm, debatiendo si deben dejar de pagar alguna cuota de un crédito comercial para poder costear algún suministro básico. Esa escena actualmente podría ser vista fácilmente en la realidad de millones de familias chilenas que, en 2025, enfrentan decisiones similares mientras el costo de la vida se dispara y los ingresos apenas alcanzan para sobrevivir el mes.

Recordemos que Chile cerró 2024 con una inflación de 4,8%, y para el primer semestre de 2025 se espera que ronde el 5%, según el Informe de Política Monetaria (Banco Central de Chile, 2024). Sin embargo, detrás de estos números se esconde una realidad más preocupante: las decisiones políticas y económicas de los últimos años parecen haber puesto en jaque el bienestar de los hogares.

La descongelación de las tarifas eléctricas en 2023, impulsada sin una estrategia clara para mitigar sus efectos sociales, desató una serie de alzas que acumularán más del 50% en enero de 2025 (Informe Técnico Definitivo para la Fijación de PNP del Sistema Eléctrico Nacional, 2024). Esta medida ha dejado a las familias expuestas a costos desbordantes sin un plan compensatorio efectivo.

¿Un enfoque a corto plazo?

En un episodio icónico, Hal decide ahorrar dinero reparando un desastre en el hogar por su cuenta, solo para terminar gastando más en el intento. Ese enfoque “de corto plazo” parece ser el mismo que inspira muchas decisiones de política en Chile. Por si fuera poco, las tarifas de agua potable también subirán gradualmente, afectando a más de 2 millones de hogares en la región Metropolitana (SISS, Proceso Tarifario, 2024).

¿Cuál es el límite para las familias en chile, que siguen siendo sobrecargadas por los aumentos? Estas alzas no son simples ajustes técnicos; son el reflejo de una desconexión entre las políticas públicas y las necesidades de la ciudadanía, pero el silencio sigue en las calles con una alarmante falta de sensibilidad social.

El verdadero costo del progreso

Mientras el sector público continúa aumentando el gasto y sus puestos de trabajo, el mercado laboral del sector privado pareciera estancado. Las empresas, en sus diversos niveles, intentan no trasladar completamente los costos a sus clientes. Sin embargo, la realidad es que las familias terminan absorbiendo gran parte del impacto, sacrificando su capacidad de ahorro y ajustando constantemente su calidad de vida.

El endeudamiento se ha convertido en una carga ineludible: a septiembre de 2024, el 25,4% de la población se encontraba en mora, con una deuda promedio de $2.147.750, equivalente al 2,87% del PIB (USS y Equifax, Informe de Deuda Morosa, Tercer Trimestre 2024). Esto nos lleva a una pregunta urgente: ¿vivimos o solo sobrevivimos?

“¡Todo recae sobre mí!”, grita Lois en una escena inolvidable, harta de cargar sola con la responsabilidad. Esa frase es el reflejo perfecto de millones de familias chilenas que sienten que enfrentan solas las alzas, los recortes y la falta de soluciones estructurales. Cada cuenta impaga es un recordatorio de que no basta con “hacer magia” para estirar el presupuesto.

¿Dónde están las soluciones?

El problema no es solo económico; también es social y político. En otro episodio, Malcolm, harto de ser el único “racional” en su familia, concluye que su brillantez no sirve de mucho en un sistema que no valora el esfuerzo. Las familias chilenas, con su resiliencia, han demostrado una fortaleza envidiable, pero esa fuerza no puede ser la única respuesta.

“¿Te parece que somos ricos?” es una frase representada en memes, pero en 2025 nos invita a reflexionar sobre la desconexión entre quienes toman decisiones y quienes enfrentan su impacto. Si algo nos enseña Malcolm in the Middle es que, incluso en medio del caos, hay espacio para la esperanza. Pero esa esperanza necesita un respaldo real: políticas que prioricen el bienestar ciudadano y un enfoque que deje de tratar a los hogares como simples cifras en un informe económico.

Es fundamental buscar un cambio. Las familias no pueden seguir siendo los Reese del sistema económico: víctimas de un entorno caótico que castiga cualquier intento de superación.

Por Juan Díaz Mondaca
Ingeniero Comercial

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