Soy Javiera, estudiante de enseñanza media. Me interesa y llama mucho la atención el tema de la industria salmonera en nuestro país y cómo está afectando al medioambiente. Me preocupa, y me parece que todos deberíamos estar informados de esta problemática que ocurre en el lugar en que vivimos.
Las salmoneras consisten en el cultivo intensivo de distintas especies de salmónidos (salmón atlántico, trucha arcoíris, salmón coho, entre otros). Tiene lugar principalmente en la Patagonia Chilena, que es reconocida por todo el mundo por su pureza y biodiversidad, y que como chilenos deberíamos cuidar y proteger.
La Patagonia es una zona relevante y crítica para la preservación de distintas especies y ecosistemas del mundo, es un paraíso natural amenazado por la explotación de recursos, incluyendo la instalación de salmoneras.
Lo positivo y lo negativo
Según el estudio de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, “Salmonicultura Chilena: Análisis de la industria, propuesta de política y estabilización”, Chile es el segundo productor mundial de salmón después de Noruega. El salmón es el segundo producto más exportado en Chile, después del cobre.
En 2018, Chile exportó 829.000 toneladas de salmón a más de 70 países, generando ingresos cercanos a los 5.157 millones de dólares. Sin embargo, actualmente varios países han comenzado a desincentivar la compra de salmón chileno debido a las preocupaciones medioambientales y sanitarias. Las salmoneras han sido señaladas por causar un grave impacto ambiental en el sur de Chile, además de utilizar altos niveles de antibióticos, lo que plantea riesgos para la salud humana.
Por otro lado, las salmoneras generan empleo para aproximadamente 70.000 personas, lo que representa un sustento importante para muchas familias. De modo que eliminar por completo la salmonicultura dejaría a estas personas sin trabajo, una situación que debemos evitar.
Dicho esto, aunque esta industria aporta significativamente en términos laborales y es económicamente significativa para el país, eso no significa que sus métodos de producción sean adecuados o que estén contribuyendo de manera positiva al medioambiente, pues sus métodos de producción tienen un impacto ambiental y sanitario alarmante.
Las salmoneras están contaminando el agua por su constante incorporación de nutrientes y antibióticos. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la resistencia a los antibióticos es una de las principales amenazas para la salud humana, y no le estamos dando la importancia que necesita.
Chile está utilizando antibióticos en los peces/salmones incluso 6.000% más que países europeos y eso me parece preocupante, ya que puede originar serias perturbaciones en todo el ecosistema. Estas condiciones están impidiendo la existencia de la vida marina y se está deteriorando la calidad del agua, alterando el equilibrio del ecosistema acuático.
Sumando a eso, se están extendiendo sobre áreas prístinas (lugares donde las manos humanas no han interferido en la progresión natural de la vida), que son considerados importantes refugios para la biodiversidad marina en el mundo.
Urgen alternativas más sostenibles
En mi opinión tiene que haber una solución alternativa que no sea eliminar las salmoneras, pero el problema va más allá de eso, están afectando a toda la vida marina, el ecosistema, medioambiente y salud de las personas. A medida que pase el tiempo, la situación será cada vez más grave.
Es hora de hacer algo, algo que ayude hoy, a mediano y a largo plazo. Es momento de pensar en las siguientes generaciones y en las actuales, si no se actúa ahora, posteriormente nos enfrentaremos a una catástrofe mayor e irreparable.
Una solución podría ser la inversión de fondos que se ganan por la venta de salmones: que una buena parte sea destinada a investigación y búsqueda de nuevas tecnologías, para que así la industria reemplace el uso de antibióticos químicos por antibióticos naturales y estar cuidando de mejor manera el planeta. Además, se podrían cambiar los métodos de producción y buscar alternativas más sostenibles.
Para cerrar con el tema, las empresas salmoneras están causando un daño más allá de su sitio y es insólito. Por lo tanto, pido un alto para así poder defender la Patagonia, y todos los sitios que se están viendo afectados y amenazados por la presencia de la salmonicultura. ¿Es posible hacer algo? ¿Quién responde?
Javiera Cepeda
Estudiante de 1° medio, del Colegio Institución Teresiana.