Chile está pagando caro por sus impuestos y estas son las consecuencias

14 noviembre 2024 | 15:17

Los impuestos tienen consecuencias, así se titula el libro de Arthur Laffer, Brian Domitrovic y Jeanne C. Sinquefield. Un libro que busca ser un análisis definitivo acerca del efecto del impuesto a la renta sobre la economía. A través de un estudio de las distintas reformas tributarias en EE.UU. y sus efectos en la economía, logra posicionar técnicamente la importancia de contar con impuestos competitivos que favorezcan el crecimiento económico y de esta forma la recaudación fiscal.

De esta manera, los impuestos tienen consecuencias, redescubre los beneficios de los impuestos competitivos para reflotar la actividad económica sumergida y atraer inversión que favorece el crecimiento, que es factor central para reducir la pobreza y generar oportunidades.

Los autores dejan claro que la recaudación fiscal no es, sino el resultado de la ecuación de aplicar tasas de impuestos a las bases imponibles, factores ambos que tienden a moverse de manera inversa. Esto es, cuando los tipos impositivos se reducen, aumentan las bases imponibles, y viceversa.

Pues bien, si bien los impuestos no son del todo neutrales respecto a su impacto en la economía, diversos estudios han concluido que el alza en la tasa de impuesto corporativo es la forma menos eficiente y más dañina que tienen los gobiernos para aumentar sus ingresos tributarios y, por otro lado, el crecimiento económico es la fuente más significativa y sostenible de recaudación.

Los impuestos tienen consecuencias. Bien es aplicable a nuestro país, los datos muestran una realidad que, de no mediar un cambio de foco en la anunciada reforma al impuesto renta, nos condenará a otra década perdida.

Son evidente las consecuencias en las perspectivas económicas:

• IMACEC “0”. Los brotes verdes parecen esquivos.
• Inversión estancada que limita el crecimiento económico.
• Aumento de la deuda y déficit contante, menos fuerza para el despegue.
• Crecimiento tendencial a la baja, lejano al 5% que vuelva a encender el motor.
• Deterioro en la competitividad fiscal, 29 de 38 en el ranking global.
• Más desempleo, la nueva normalidad 9. Ingreso per cápita estancado, menos capacidad adquisitiva.
• Aumento de la economía sumergida, encuesta EME del Ministerio de Economía: 58,3% de informal.
• Trabas al emprendimiento: por primera vez la cifra de empresas creadas cae respecto al año anterior.
• Estancamiento en la recaudación fiscal en 17,5% a pesar de sucesivas reformas tributarias.
• Salida de capitales: los recursos de chilenos depositados en el exterior ya representan el 50 % del PIB.
• En general, menos oportunidades y menos libertad económica que nos pone cuesta arriba el camino al desarrollo…

Las consecuencias que observamos, si bien tienen múltiples causas: debilitamiento de las certezas, la libertad económica, aumento de la permisología, entre otras causas, destaca el aumento agresivo de impuestos a las empresas. En efecto, desde el 2010 a la fecha Chile aumentó sus impuestos corporativos desde 17% a 27%; lo hizo a pesar de que en el mundo los países tendieron a bajar este impuesto y hoy la OCDE en promedio tiene una tasa de 23%.

El impacto de este negativo cambio a nuestro sistema tributario fue estimado por la Comisión de economistas que estudió el aporte del crecimiento económico en la recaudación fiscal. La denominada comisión Marfán concluyó que al aumentar los impuestos corporativos en casi 10 puntos en un período de 12 años le costó al país 8 puntos del PIB, casi 25.000 millones de dólares. Casi un punto de crecimiento promedio, que hoy nos pasa la cuenta en momentos en que el país requiere volver a crecer con fuerza para garantizar el financiamiento del gasto fiscal de manera sostenible.

Así las cosas, en momentos en que el país busca incorporar un pacto fiscal centrado en el crecimiento, una medida potente sería volver a recobrar la competitividad fiscal integrando 100% el sistema tributario para todos los contribuyentes, un solo sistema simple, y bajar fuertemente los impuestos corporativos. No por nada, nuestro país con este régimen tributario hasta el año 2014 creció en promedio 5 % de su PIB-muy por sobre el mundo-favoreciendo fuertemente el empleo y las oportunidades para los chilenos.