Las recientes elecciones vuelven a dejar en manifiesto la importancia cardinal del control y conocimiento territorial que poseen algunas candidaturas. Gran parte de los votos obtenidos reside en la cercanía afectiva, al dominio del territorio, y no a los programas políticos ni al fundamentalismo ideológico.

En las elecciones locales, los votos se vehiculizan, en gran medida, hacia quienes realizan su campaña en las juntas vecinales, las agrupaciones sociales y en los eventos barriales. Esta práctica permite a las candidaturas alcanzar un contacto directo con los/as votantes, cuestión que ayuda a comprender de mejor manera las demandas y anhelos de la ciudadanía. De este modo, se fortalece la relación entre la candidatura y el/la votante.

Los afectos y lazos interpersonales juegan el papel fundamental en este tipo de elecciones. Es que, en política, sobre todo la local, los afectos son la fuerza que conecta y moviliza a un dinámico universo de votantes.

Por ejemplo, sin recurrir a casos emblemáticos ni a rimbombantes figuras políticas de la capital, destaca el caso de René Betanzo (37 años), independiente de todos los partidos políticos y candidato a alcalde por la comuna de San Pedro de la Paz, en la Región del Bío Bío. Cuando Betanzo se presentó como aspirante al sillón edilicio en 2021 obtuvo 6.401 votos, muy por debajo a lo que consiguió el pasado domingo, donde se erigió como la segunda fuerza política más votada con 15.545 votos. Un aumento exponencial que se debió, principalmente, a una campaña de largo aliento que desarrolló en los clubes deportivos, juntas de vecino, centros sociales y colectivos vecinales.

Este caso, llamativo en el Gran Concepción, revela significativamente la fuerza afectiva que logró generar un candidato que se ubica al margen de los partidos políticos y que conquistó gran parte de los barrios de San Pedro de la Paz, a excepción de algunos sectores residenciales acomodados.

En definitiva, en las elecciones locales, cuando las candidaturas alcanzan una mayor proximidad con la ciudadanía y, a la vez, consiguen dominio territorial, mayor es el vínculo afectivo que se produce entre ambos actores. Lazo emocional que fortalece el sentido de pertenencia y lealtad que, al fin de cuentas, se traduce en votos.

Dr. Ignacio Riffo Pavón
Académico investigador de la Facultad de Comunicaciones Universidad UNIACC

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