Señor director:
Durante el año 2022, mientras me correspondió comandar la unidad militar vecina del INBA, al término del año se registró el triste récord de más de 74 ataques de piedras, fuegos artificiales y bombas incendiarias (molotov).
Fueron, a nuestra petición, ejecutadas varias reuniones con autoridades de la municipalidad de Santiago (Sostenedor) para representar la comisión de delitos por parte de alumnos del INBA, prevenir las consecuencias a nuestro personal e instalaciones y, por supuesto, alertar del riesgo en los adolescentes que ya por más de una década manipulan y utilizan como herramienta habitual de protesta estos artefactos.
Lamento que inevitablemente llegó el momento de los arrepentimientos, incredulidad y estupor por la situación que ya ha dejado una treintena de heridos en dicho centro educacional. Quizás no fuimos comprendidos, quizás se prejuiciaron nuestras advertencias, quizás fuimos vistos como el “poder duro” que se quejaba de niños y adolescentes que clamaban por sus derechos sin considerar los derechos ajenos.
Siento pena como papá, al igual que Chile, pero no dejo de pensar hasta cuándo seguiremos engañándonos en justificar actos violentos y hostiles o bien relativizando las consecuencias que estos tienen, pronto veremos autoridades enumerando muchos planes y disposiciones que nunca controlaron o hicieron cumplir, inexplicablemente apoderados han justificado esta “forma de lucha”. Por todo ello, al final para estos adolescentes, la realidad fue ineludible.
Jean Pierre Irribarra
General de Brigada retirado