El proyecto de ley que crea el Sernafor aún no es aprobado por las comisiones mixtas de agricultura, medio ambiente, cambio climático y bienes nacionales del Congreso.
El proyecto de ley de incendios no tiene piso político por su mal enfoque y por no enfrentar los siniestros como un concepto holístico de prevención, control, reforestación y/o forestación e investigación del delito.
El proyecto de ley de fomento, aún no se presenta al Congreso por la nula convicción de nuestras autoridades en la necesidad de aumentar los bosques plantados en el país.
La Ley 21.455 de cambio climático, no considera a los bosques plantados como sumideros de carbono, o sea en Chile, los árboles que conforman las plantaciones (principalmente pino insigne y eucaliptus) por ley no capturan CO2.
Para qué hablar de las modificaciones de la ley 20.283 de recuperación del bosque nativo y fomento forestal.
Por otro lado, el Consejo de Política Forestal, que agrupa las opiniones y el consenso para el desarrollo y consolidación del sector forestal del país, está totalmente paralizado y sin el papel protagónico que debiera tener para hacer cumplir las propuestas de la Política Nacional Forestal definidas para el período 2015 – 2035.
Esta política tiene entre sus ejes estratégicos avanzar en la institucionalidad forestal, la productividad y el crecimiento, la inclusión y la equidad y la protección y conservación del patrimonio forestal del país.
Malas noticias para el sector
Pero podemos seguir con las malas señales: la disminución de 350.000 hectáreas de bosques plantados y de 250.000 hectáreas de bosque nativo por los incendios forestales, la alta intencionalidad de los incendios expresada en un 80% en la macrozona sur, la nula acción de la justicia en esas acciones (900 denuncias de incendios temporada 2023 – 2024 de empresas a asociadas a Corma con solo 2 detenidos, Corma 2024) y la permanente violencia desde el año 1997, hace ya 27 años, hacia los trabajadores y contratistas forestales en la zona sur.
Para completar el cuadro del actual escenario que presenta el sector, las empresas CMPC y ARAUCO anuncian la salida del país de sus inversiones con destino a Brasil, país que les ofrece condiciones y certezas jurídicas que en Chile no somos capaces de entregar, ya sea por incapacidad, inoperancia e ideología de las autoridades.
Ante este complejo escenario de muy lento avance para las necesidades reales que requiere el sector, manifestamos nuestra preocupación de que todo el tiempo que perdamos hoy día en tomar una decisión respecto del sector forestal, ya sea por leyes ad hoc, fomento forestal o nuevas inversiones en la industria, inevitablemente deberemos esperar la rotación de un bosque plantado para ver sus frutos (14 a 22 años).
Las malas señales y el tiempo perdido, por anga o por manga, nos pasarán la cuenta.