Su gestión ha demostrado que es posible abordar temas complejos como la seguridad y la política internacional desde una perspectiva progresista y coherente.

La llegada de Gabriel Boric a la presidencia de Chile representó un momento crucial para la política chilena y latinoamericana. Proveniente de una generación joven y con una formación en las luchas estudiantiles, Boric encarnaba una esperanza de renovación y de propuestas frescas en un panorama político marcado por la polarización y el desencanto ciudadano.

Su mandato ha sido un desafío constante, enfrentando críticas tanto desde la derecha como desde sectores más tradicionales de la izquierda. Sin embargo, dos temas han destacado en su gestión como símbolos de un cambio de rumbo dentro del campo de las izquierdas: la seguridad y su postura frente al régimen de Venezuela.

La coherencia de Gabriel Boric en materia de seguridad

En primer lugar, el presidente Boric ha logrado generar un discurso coherente y firme en torno a la seguridad, un tema que históricamente ha sido terreno resbaladizo para las izquierdas. Durante años, el tema securitario ha sido monopolizado por la derecha, que ha utilizado el miedo y la represión como herramientas para ganar apoyo. El presidente Boric, sin embargo, ha abordado la seguridad desde una perspectiva que busca equilibrar la protección ciudadana con el respeto a los derechos humanos.

Al principio de su mandato, se le criticó por no darle la importancia debida a la creciente preocupación por la seguridad, especialmente en relación con el crimen organizado y las bandas de narcotráfico. Este enfoque inicial fue interpretado por algunos como una falta de seriedad o de comprensión de la magnitud del problema.

Sin embargo, con el tiempo, el presidente ha demostrado un compromiso genuino por abordar el problema del crimen organizado. Su administración ha implementado políticas que buscan no solo la represión del delito, sino también la prevención y la rehabilitación. Además, ha logrado articular un discurso desde la izquierda que reconoce la gravedad de la situación sin caer en los excesos punitivos que caracterizan a otros sectores. Este enfoque ha sido clave para que sectores de la población que históricamente se sentían desprotegidos o ignorados por la izquierda tradicional ahora vean en Boric a un líder que se preocupa por su seguridad y bienestar.

En este sentido, su gestión representa un cambio de paradigma, demostrando que la izquierda puede y debe tener un discurso propio y consistente sobre la seguridad ciudadana, sin renunciar a sus principios y valores fundamentales.

Crisis en Venezuela

El segundo tema que ha marcado la gestión del presidente Gabriel Boric es su postura crítica frente al régimen de Venezuela. La situación en Venezuela ha sido un punto de división dentro de las izquierdas latinoamericanas, con algunos sectores defendiendo el gobierno de Nicolás Maduro como un baluarte contra el imperialismo y otros criticándolo por sus prácticas autoritarias y la crisis humanitaria que atraviesa el país.

Boric ha adoptado una postura clara y crítica, denunciando los abusos y la falta de democracia en Venezuela. Este posicionamiento ha sido relevante no solo a nivel nacional, sino también internacional, ya que muestra una nueva forma de entender la solidaridad y la coherencia política desde la izquierda.

Al criticar abiertamente a un régimen autoritario y militarizado, el presidente ha marcado una distancia clara con los sectores que aún intentan justificar o minimizar las acciones de Maduro. Ha sido enfático en señalar que la izquierda no puede perder su lucidez política ni su compromiso con los derechos humanos y la democracia.

Esta postura, que ha sido aplaudida por algunos y criticada por otros, muestra una madurez política y una valentía para enfrentar temas complejos sin caer en simplificaciones. El presidente ha dejado claro que el compromiso con la justicia social y la lucha contra el neoliberalismo no pueden ser excusas para apoyar o justificar regímenes que violan los derechos humanos y las libertades fundamentales.

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Gabriel ho Mégas o Gabriel ho Mikros Domingo 04 Agosto, 2024 | 06:45

Un renovador de la izquierda chilena

En resumen, el presidente Gabriel Boric ha sido un renovador dentro del campo de las izquierdas en Chile y América Latina. Su gestión ha demostrado que es posible abordar temas complejos como la seguridad y la política internacional desde una perspectiva progresista y coherente. Ha logrado construir un discurso propio sobre la seguridad ciudadana, enfrentando el desafío del crimen organizado con medidas integrales que respetan los derechos humanos.

Al mismo tiempo, ha mantenido una postura crítica y clara frente a regímenes autoritarios como el de Venezuela, demostrando que la izquierda puede y debe ser coherente en su defensa de la democracia y los derechos humanos.

Estos dos temas son prueba de una nueva forma de hacer política desde la izquierda, una que se atreve a romper con los dogmas del pasado y a enfrentar los desafíos del presente con lucidez y valentía. Boric ha demostrado que la renovación de la izquierda no solo es posible, sino necesaria para enfrentar los retos de nuestro tiempo.

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