La propiedad de los salmones les pertenece a las salmoneras, pero también las externalidades negativas que ellas generan. No les pasen la pelota pinchada a las futuras generaciones, eso no es justo ni correcto.
“Ningún jugador puede tocar la pelota con dos manos, excepto el portero que si puede, pero si la pueden tocar con otra parte del cuerpo. En el caso de que la toquen con las dos manos, se pitara falta al instante.” Reglas del waterpolo.
Zonas muertas
Las zonas hipóxicas, o zonas muertas, son áreas del océano donde los niveles de oxígeno son muy bajos o casi nulos, lo que hace difícil o casi imposible la vida marina allí. Esto es lo que generan las salmoneras en nuestros mares costeros con sus toneladas de fecas, peces muertos, y restos de pellets alimenticios.
Este deterioro del fondo marino se puede explicar por la excesiva presencia de nutrientes y nitratos (orina) que estimulan el aumento excesivo de bacterias (que consumen oxígeno), de algas, y de toxinas nocivas para los organismos marinos del sector. A su vez, estas algas al morir y descomponerse generan altos niveles de dióxido de carbono, lo que podría aumentar la acidez del entorno marítimo, generando así un deterioro progresivo a la vida submarina local.
Del mismo modo, el aumento de estas algas afecta el paso de la luz solar a las capas inferiores del mar, alterando la temperatura y el ecosistema marino. Por último, cabe mencionar que los salmones contienen pestes, bacterias, virus y también altos niveles de antibióticos y polychlorinated biphenyls (PCBs) que pueden ser dañinos tanto para otras especies marinas como también para la salud humana.
En síntesis, lo que se está generando en el extremo sur de nuestro país son un montón de mini desiertos y zonas marinas colindantes empobrecidas. Además, estos mini desiertos están destruyendo la fauna marina de estas zonas costeras, algunas de ellas eufemísticamente llamadas “reservas nacionales.”
Más transparencia
No se puede negar que las salmoneras han generado trabajo y desarrollo socioeconómico a estas zonas. Posicionaron a Chile notablemente a nivel internacional. Sin embargo, el costo a pagar será muy grande en el mediano plazo. Por añadidura, sería interesante hacer un análisis económico de estas empresas salmoneras para calcular cuánto de lo que generan en dividendos se queda realmente en aquellas zonas involucradas.
La solución a estas nuevas zonas de sacrificio debe darse con la participación de todos los actores involucrados. Suena obvio, pero así debe ser. Las empresas deben sincerar los daños que están produciendo y pagar por ellos, terminar con las descontroladas cuotas de producción, la seudolimpieza de los fondos marinos, el uso excesivo de antibióticos, y los blanqueos de imagen que ya caen en lo grotesco (Lobistas y Greenwash).
Aquí hay una oportunidad para ellos. ¿Por qué no se hacen cargo de los daños invirtiendo más en tecnología limpia y/o desarrollando otras empresas que colaboren en la recuperación de los fondos marinos? A su vez ¡el gobierno los debe regular, fiscalizar y castigar si o si! porque el mar, los organismos marinos colindantes y sus ecosistemas nos pertenece a todos los chilenos. Para eso elegimos a nuestras autoridades, para velar por el bien común de todos, que incluye a las comunidades locales y al patrimonio chileno económico y medio ambiental actual y del futuro.
La responsabilidad de las empresas
La propiedad de los salmones les pertenece a las salmoneras, pero también las externalidades negativas que ellas generan. No les pasen la pelota pinchada a las futuras generaciones, eso no es justo ni correcto. Háganse responsables, y que ojalá puedan competir las mejores; las empresas que contaminen menos, las que generen buenos trabajos, buenos sueldos, y las que inviertan más en las zonas involucradas. De lo contrario deben irse, pues así funcionan los principios de una economía social de mercado.
Y con esto termino. En el primer ejercicio convencional propuse un royalty a las salmoneras (Propuesta 14426) llamada: Royalty a las salmoneras por sus derechos de explotación, justificación de los daños causados por las salmoneras en la Patagonia, su gente y sus mares australes.”
Lo mande un poco tarde, pero me impresionó la gran cantidad de respaldo que obtuve en el corto plazo. Alrededor de 600 personas entendieron y apoyaron lo que expuse allí. Con esto quiero decir que mucha de nuestra gente entiende el problema, y están preocupados por él. Entonces es imprescindible buscar una solución al problema que no termine con la destrucción de estas empresas o que se traduzca en una reconversión fallida como lo ocurrido en Lota.
Entonces aquí hay un llamado a las autoridades. Se debe buscar una solución intermedia, audaz, conversada, transparente, y menos burocrática (perisología pragmática, con procesos actualizados, digitalizados y conocidos).
En fin, una solución beneficiosa para todos los actores involucrados.
“Los árbitros y los encargados de la mesa donde se controlan las incidencias del partido están fuera del agua y a los lados de la piscina. En la piscina se demarcan zonas para una ubicación correcta de los jugadores durante el juego, y para que los árbitros puedan aplicar las reglas de faltas y tiros, fuera de juego…” Waterpolo.
Marcelo Gallardo
Profesor de ciencias que no pertenece a ninguna ONG.
Milwaukee, USA.