Señor Director:

Después de más de un mes y seis reuniones para abordar el petitorio de los tomistas del Campus Juan Gómez Millas de la Universidad de Chile, las autoridades y representantes de los estudiantes llegaron a un acuerdo unánime para avanzar en el petitorio y bajar la toma.

Pese al acuerdo democrático, la asamblea no ratificó la propuesta por encontrar algunos puntos insatisfactorios y, por tanto, los anarco-tomistas seguirán con el campus tomado.

Lo anterior es un fiel reflejo de que los anarco-tomistas no reconocen ni las vías institucionales ni democráticas para resolver los desacuerdos. Ni tampoco se dan cuenta de que la única forma de avanzar en sus propias peticiones es con el campus abierto, ya que solo de ese modo se podría avanzar en infraestructura, docencia e investigación.

Es por lo anterior que uno esperaría que el Patrono de la Universidad de Chile, el Presidente de la República, se pronunciara de manera más clara sobre este tipo de asuntos que dañan tanto a la Universidad. Quizás el problema es que nuestro Patrono utilizó el mismo tipo de estrategias políticas para hacer carrera y tener visibilidad y poder.

Pablo Aguayo Westwood
Profesor Asociado, Universidad de Chile

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