La historia nos recuerda el poder transformador de las protestas estudiantiles. Desde las calles de Sudáfrica en la década del 60, hasta los campus universitarios de la actualidad, los estudiantes han sido una fuerza impulsora del cambio social. En ambos escenarios, el apartheid ha sido el centro de su indignación.

Un hito en Sudáfrica

En la Sudáfrica del apartheid, las manifestaciones fueron un elemento clave en la reivindicación por la igualdad. En 1985, los estudiantes de la Universidad de Columbia -la misma que actualmente se está movilizando por los Derechos Humanos de los palestinos- lideraron en un movimiento de desinversión y sanciones, exigiendo a su casa de estudios que retirara las inversiones en empresas que apoyaban al apartheid sudafricano.

Dicha protesta inició en campamentos estudiantiles y terminó con la toma del Hamilton Hall, edificio académico donde se encuentran las oficinas de las autoridades.

En ese momento el espacio fue rebautizado como “Mandela Hall” en honor al líder de la liberación sudafricana. Tal determinación condujo a la desinversión de la universidad en empresas sudafricanas, marcando un hito en la lucha contra la segregación racial.

Ahora, la misma casa de estudios, enfrenta un movimiento similar. Los estudiantes exigen la desinversión en empresas que apoyan la acción militar israelí en Gaza y que lucran con la ocupación de Palestina.

“Hind Hall” y estudiantes movilizados por Palestina

A 39 años de la manifestación por Sudáfrica, hoy se hace por Palestina. El edificio académico de la Universidad de Columbia que en su momento fue rebautizado, hoy también lo fue, pero con el nombre de “Hind Hall”, en honor a Hind Rajab una niña palestina de seis años que fue asesinada por Israel.

Detenernos en la historia de Hind, es una muestra de la barbarie vivida en Palestina y del fracaso civilizatorio después de tantas atrocidades que como sociedad hemos experimentado.

De ahí viene el renombre de este significativo edificio en esta memorable manifestación.

Hoy, el eco de aquellas históricas protestas por sudáfrica resuena en las movilizaciones estudiantiles a favor de Palestina, y nuestro país no se ha quedado atrás.

En la Universidad de Chile y en otras de todo el mundo

La Casa Central de la Universidad de Chile el mismo día del nakba (catástrofe palestina) fue ocupada y acampada por cientos de estudiantes reivindicando los derechos del pueblo palestino, el cese del apartheid y el corte de relaciones con Israel. En la misma línea han exteriorizado su malestar estudiantes de otras casas de estudios. Estamos frente a un hito histórico.

En las universidades de todo el mundo, los estudiantes se alzan contra el apartheid israelí, un sistema de opresión que somete al pueblo palestino a una ocupación militar brutal, privándolo de sus derechos básicos y condenándolo a una violencia sistemática.

Las movilizaciones estudiantiles contra el apartheid, tanto por Sudáfrica como por Palestina, son un testimonio de la conciencia colectiva y la determinación de las nuevas generaciones de abogar por la justicia. Su compromiso es un faro de esperanza en un mundo que aún no saca lecciones de su historia.

A pesar de los años, los tratados internacionales suscritos y los “avances”, la lucha contra el apartheid, no ha terminado. El pueblo palestino sigue sufriendo crímenes de guerra y de lesa humanidad, bajo un sistema de opresión que viola sus derechos fundamentales.

Es imperativo que la comunidad internacional se una a las voces de los estudiantes y exija el fin del apartheid israelí. La desinversión, la presión diplomática y la solidaridad global son herramientas esenciales para construir un futuro donde la justicia, la igualdad y la dignidad, prevalezcan para todos y todas.

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