Como nutricionista asesora de ODECU, la Organización de Consumidores y Usuarios de Chile, me parece preocupante e, incluso insólita, la reacción de ciertos grupos políticos y empresariales ante el anuncio de aumentar el impuesto a las bebidas deportivas y néctares como una forma de desincentivar su consumo.
De hecho, el principal argumento de estos grupos disidentes es que la medida por la cual el Estado busca recaudar recursos no es lícita.
Sin embargo, no hay que olvidar que estas bebidas poseen altos niveles de azúcar. En el caso de las bebidas deportivas, no las consumen sólo deportistas de alto rendimiento, sino que casi toda la población. En niños, tiene un grave impacto en la incidencia de obesidad.
En este tópico, Chile es uno de los países con mayores índices de obesidad en Latinoamérica y el Caribe, dato del cual no debemos sentirnos orgullosos, sino al contrario, preocuparnos.
Esta situación demuestra que el comportamiento de estos gremios empresariales y políticos no nos permiten avanzar en la lucha contra la obesidad, porque creemos que la obesidad no sólo es preocupación de las entidades de salud, y que no se visualiza como un problema de toda la sociedad en su conjunto.
Por lo tanto, seguir enfrentándola sin una mirada multifactorial, que va desde lo biológico, lo político y lo sociocultural, es el gran error que se comete.
Finalmente, todas las entidades gubernamentales, privadas y de la sociedad civil, tienen que estar alineadas hacia los cambios necesarios para enfrentar a la gran pandemia llamada obesidad.
Nicole Aguilera
Nutricionista
Asesora nutricional de ODECU