Para eso es indispensable contar con quienes son protagonistas de este proceso: los jóvenes. Son ellos los depositarios finales de las diferentes políticas educativas que se han implementado los últimos años. En este sentido, la Facultad de Educación de la Universidad del Desarrollo, realizó las jornadas de Diálogos sobre Educación con más de 300 jóvenes estudiantes de colegios y universidades para ahondar en sus prioridades respecto a la educación y cómo debe estar plasmada en la propuesta de nueva constitución.
El análisis final de los resultados de estos diálogos sobre educación viene a ratificar algunos de los principales desafíos que encontramos en nuestra educación hoy y que, si no los atendemos con suficiente energía y no les damos prioridad, seguirán manteniéndose como un lastre eterno en nuestro sistema.
La primera gran preocupación mencionada por los estudiantes es que perciben que en el actual sistema educativo no se garantiza una educación inclusiva y equitativa de calidad. Lo anterior es un problema mayor, ya que no se estarían desarrollando una serie de características que ellos asocian a lo que debiese ser una educación de calidad: un enfoque integral e inclusivo, reconocimiento y fomento de la individualidad, contar con profesionales de la educación con un alto grado de compromiso con su propia formación y la de los estudiantes, y con establecimientos educativos que están bien equipados y cuenten con los recursos adecuados.
Un segundo aspecto señalado es la importancia que los estudiantes le asignan a los docentes en el proceso educativo que viven tanto en las escuelas como en la universidad. Son consideradas como personas significativas en su formación y de las que requieren una multiplicidad de apoyos, tales como, conocimientos disciplinares, contención, pasión por enseñar, motivación, entre otros.
El rol del docente resulta clave para los estudiantes a la hora de asegurar una educación de calidad. Sus opiniones relevan un tema que surge en forma constante en el debate educacional y que tiene que ver con la figura de los educadores como los grandes agentes de cambio de los establecimientos educativos y como consecuencia en la formación de ciudadanos que sean capaces de construir una sociedad democrática y solidaria.
Frente a la pregunta acerca de cómo sería la educación y el colegio que sueñan para nuestro país, las ideas más mencionadas por los estudiantes son en torno a la necesidad de metodologías de enseñanza y evaluación diversas y personalizadas, innovación en las formas de enseñanza, un enfoque en el aprendizaje de contenidos y habilidades que le sirvan para su futuro y para la vida, un mayor énfasis en los procesos de aprendizaje y no solo en los resultados y la necesidad de una educación integral.
Este último punto abre un debate interesante acerca de la capacidad del sistema educativo para adaptarse a un escenario que se transforma continuamente, rápido y cambiante. En este sentido, ¿si nuestro sistema educativo es considerado poco flexible e innovador, que tipo de estudiantes se están formando para un contexto mundial que hoy requiere de ambas características?
Del análisis de las respuestas surgieron un conjunto de propuestas, desafíos y sueños en relación con el sistema educativo nacional como derecho fundamental para millones de estudiantes de Chile.
En conclusión, este trabajo permite comprender de qué manera ellos conciben la educación hoy y los anhelos por una transformación de la misma. Sin embargo, quedan dudas importantes: ¿estamos como sociedad preparados para los desafíos planteados por los estudiantes?