Si bien esto es algo que pareciera ser aceptado como parte de las tradiciones de septiembre, poco se comenta sobre lo que sucede con los niños y niñas frente a ello, tomando en cuenta el rol formativo de los adultos en torno a los hábitos de los menores a su cargo.
Y el escenario de base es preocupante. De acuerdo con el último Mapa Nutricional realizado por Junaeb, herramienta que permite dimensionar y alertar sobre la situación nutricional de estudiantes de los niveles preescolar, básica y primero medio del país, el 53% de ellos presenta malnutrición por exceso, donde un 26,2% corresponde a obesidad y un 8,3% obesidad severa, mientras que el 5,4% tiene desnutrición o bajo peso.
Dado este contexto, resulta fundamental que nos enfoquemos en profundizar el conocimiento en torno a los hábitos alimentarios de niños y niñas del país. Hemos avanzado en ese camino con el Observatorio Nutricional Nestlé por Niños Saludables, un estudio que por segundo año consecutivo realizamos junto a la Universidad Finis Terrae, para complementar la forma en que abordamos la nutrición, incorporando algo que es clave: la percepción directa de los padres/madres y cuidadores y los hábitos que desarrollan en los menores.
Según el Observatorio, un 51% de los padres cree que sus hijos se alimentan de forma muy o bastante equilibrada, lo que se contrapone a las altas cifras de malnutrición ya indicadas, a la vez que sobre el 60% cree que su hijo hace más actividad física y se alimenta mejor que sus pares.
Estos hallazgos no resultan del todo sorpresivos al constatar las fuentes de información que tienen padres, madres y cuidadores en estas materias. Según el Observatorio Nutricional, la familia y los amigos pasaron a ser una de las principales fuentes a la hora de informarse sobre nutrición infantil, pasando de un 6% de relevancia en 2022 (4to lugar) a un 17% este año (2° lugar), sobrepasando a su vez otras más formales como los pediatras y las autoridades.
Así se conjuga un escenario desafiante para padres y madres ya que 9 de cada 10 encuestados a su vez reconoce tener dificultades para brindarle una adecuada nutrición a sus hijos, destacando el difícil acceso a alimentos saludables, la preferencia de los propios niños y el precio de los productos.
Y estos mismos padres y madres son conscientes de la realidad ya que, al ser consultados en general y no por sus hijos en particular, indican que el principal problema nutricional infantil son las altas cifras de obesidad y 2 de cada 3 apunta a los propios padres como responsables de esta situación.
Estas cifras revelan la importancia y urgencia, para todos los actores que estamos comprometidos con la nutrición y bienestar infantil, en cuanto a la necesidad de seguir aportando conocimiento basado en la ciencia y herramientas educativas para la toma de decisiones sobre una alimentación balanceada por parte de padres y niños, con un enfoque multidisciplinario, que nos permita sumar fuerzas para buscar más y mejores soluciones que promuevan el bienestar de los niños y niñas, hoy y para las futuras generaciones.