De manera cada vez más frecuente, el Valle de Lluta se ha visto afectado por fenómenos asociados al cambio climático, como la falta de agua persistente y eventos de grandes inundaciones causadas por las lluvias altiplánicas estivales. Esto ha generado un impacto negativo en el desarrollo agrícola del valle, por ejemplo, la incertidumbre relacionada con la disponibilidad de agua para regar y la pérdida de amplios sectores cultivables —inhabilitados por las inundaciones— en la zona alta de la cuenca.
Por estas razones, la construcción de un embalse que permitiera almacenar el agua en años lluviosos y controlar las crecidas era una antigua aspiración regional y, sobre todo, una imperiosa necesidad para las y los agricultores de Lluta, quienes producen un porcentaje importante de las hortalizas que se consumen en nuestro país durante el invierno.
En el contexto actual, marcado por la crisis climática y la escasez hídrica, es indispensable generar certezas promoviendo activamente desde Arica a Magallanes una agricultura de riego que se adapte a estas condiciones. Por ello, durante la inauguración del embalse Chironta, el Presidente Boric anunció un monto histórico —de cerca de 150 mil millones de pesos, gestionados por INDAP y CNR— para financiar obras de irrigación de cultivo tanto intra como extraprediales. Están orientadas a mejorar la seguridad de riego y la eficiencia hídrica, junto con impulsar la productividad agrícola en todo el país. A lo anterior se suman iniciativas que ambas instituciones ejecutarán en convenio con los distintos Gobiernos Regionales y la CONADI.
El año pasado, INDAP ejecutó un presupuesto inédito en riego de 32 mil millones, mientras que la CNR entregó bonificaciones por 100 mil millones de pesos. Este año no sólo los montos totales son superiores, sino que ambos servicios del Ministerio de Agricultura firmaremos un convenio para generar proyectos integrales de riego, con foco en aquellas iniciativas asociativas de alto impacto que permitan enfrentar la crisis hídrica y beneficien a la Agricultura Familiar Campesina e Indígena.
Asimismo, los esfuerzos también estarán puestos en implementar a través de la CNR estudios de diagnóstico territorial del riego, identificación y evaluación temprana de obras medianas de mayor complejidad y que poseen un ciclo de vida más largo. Esto sumado a programas de fortalecimiento organizacional, transferencia tecnológica, además de las capacitaciones que INDAP y la CNR realizan permanentemente a las y los agricultores y sus organizaciones con el fin de gestionar mejor este vital recurso para las personas y cultivos.
Adicionalmente, debido a la modificación del Código de Aguas, INDAP cuenta con el nuevo Bono Legal de Aguas (BLA) y una estrategia más segura y simple para la inscripción y regularización de Derechos de Aprovechamiento de Aguas (DAA) de las y los agricultores acreditados.
Esta inversión sin precedentes y el trabajo colaborativo que estamos desarrollando refleja nuestro compromiso con el fortalecimiento del sector agropecuario y con la difícil tarea de afrontar los desafíos hídricos y alimentarios que enfrenta en país, además de abordar las necesidades particulares de las mujeres agricultoras, pueblos indígenas, organizaciones de usuarios de aguas, el mundo cooperativo y la Agricultura Familiar Campesina.
Estamos convencidos de que la construcción de obras, implementación de sistemas de riego y el fortalecimiento de las capacidades para una gestión eficiente del agua tendrá un impacto significativo en el sector agropecuario, permitiendo mejorar las condiciones para la producción y, con ello, la vida en el campo. Seguiremos trabajando en conjunto para promover un desarrollo rural justo y sustentable que abra oportunidades para la pequeña y mediana agricultura y, muy especialmente, para la Agricultura Familiar Campesina e Indígena en todo el territorio nacional.
Santiago Rojas
Director Nacional del INDAP
Wilson Ureta
Secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional de Riego.