Dentro de los factores que se abordan reiteradamente, se menciona la necesidad de entender las características propias de las comunidades y de la territorialidad que poseen nuestras regiones, cada una con un cúmulo de potencialidades inherentes a sus condiciones sociodemográficas que se deben relevar.
Lo anterior solo es posible en un trabajo mancomunado entre las empresas e industrias, el estado, las propias comunidades y organismos sociales, y, por cierto, con la academia. Lamentablemente, en estas discusiones, al hablar de la academia, suele extraviársenos un actor fundamental: la Educación Superior Técnico Profesional (ESTP).
La educación superior técnico profesional tiene una impronta única: enfrenta con rapidez y flexibilidad los cambios en la industria, se adapta e involucra en el desarrollo territorial, fomenta la innovación, el emprendimiento y el reaprendizaje constante.
Por otro lado, fuera de los núcleos más densamente poblados, con empresas de gran tamaño, es la ESTP quien mejor responde a los perfiles y las necesidades de las empresas y organizaciones locales, y permite profesionalizar el desarrollo de las mismas. No olvidemos que las mipymes constituyen más del 90% de las empresas del país, y representan más del 65% del empleo formal (Encuesta Nacional de Empleo ENE).
Se debe entender desde ese foco que las instituciones que forman parte de la Educación Superior Técnico Profesional son actores sociales activos y responsables que eligieron la educación como su forma de contribuir al país, formando y capacitando técnicos y profesionales a lo largo de todo el territorio para que aporten al desarrollo sostenible de sus comunidades.
Gracias a nuestra condición de actor local, hemos desarrollado una larga experiencia de participación activa y entendimiento de las realidades donde estamos insertos, sean estas comunales o regionales, lo que nos permite, como es parte de nuestra misión, contribuir al progreso del país. Es preciso entonces, al hablar de la academia, incorporar el aporte de un segmento que concentra la mitad de la educación superior del país y una importante presencia territorial.