Corre el rumor de que la sanción que aplicó la Comisión de Ética a la diputada Maite Orsini fue una amonestación con multa del 5% de la dieta parlamentaria, que algunos calculan en 270.000 pesos.
La razón: Ella habría llamado a los altos mandos de Carabineros para favorecer a un conocido que había sido detenido, y el o los “telefonazos”, de acuerdo con la Comisión, habría significado que la parlamentaria incumplió los deberes parlamentarios debido a que eventualmente podría ser considerado un “posible” tráfico de influencias.
Y de la sorpresa de algunos al conocer los escuálidos montos y los suaves chirlitos, pasamos a la estupefacción ya que la diputada amenaza ahora con posibles “acciones” ya que todo esto debió ser secreto y hubo filtraciones en la Comisión de Ética que la perjudican enormemente.
Aquí aportaré un baño de cultura parlamentaria. Sepan ustedes que los descuentos aplicables a la dieta, de $7.012.388, están normados (como corresponde a una institución seria del Estado) y la lista considera varios ítems.
Por ejemplo: las inasistencias, es decir, no ir un día a trabajar sin expresión de causa, tienen un costo de $140.247 pesos (calcule usted cuanto les pagan por día dividiendo los 7 millones por 30). Y si se pide un permiso sin goce de dieta, para ausentarse por motivos particulares, el descuento varía de $75.000 a $150.000. O sea, un claro incentivo para no ir a trabajar.
Otro ejemplo son las multas aplicadas a medidas disciplinarias, esas que vocifera el Presidente de la Cámara cuando alguien está algo desordenado y les quiere dar una especie de “sosiégate”: Amonestación $70.124; Censura $140.247; Privación uso de la palabra por un día $ 210.371 y si el asunto fue grave lo deja sin hablar por 3 sesiones con un pago de $280.495.
En el ítem asociado al caso de la diputada Orsini, que corresponde a la aplicación de multas que aplica la Comisión de Ética y Transparencia por incumplimiento de los deberes de probidad, transparencia o ética parlamentaria, los castigos son estos: Llamado al orden $140.247; Amonestación del 2% al 5% de la dieta ($350.000 máximo) y finalmente censura, que va desde el 5% al 15% de la dieta, cerca de $1.050.000.-
Es un chiste. Uno más. Para qué vamos a jugar a estimar qué le ocurría a usted señora, señor si falta a trabajar 3 lunes seguidos o qué le pasaría si una actuación suya es catalogada como inmoral, ilegal o de falta a la probidad. Pero en este Chile paralelo que han construido los parlamentarios, ellos determinan que nada es grave y que la vida puede continuar sin ningún problema.
Para agregar unos detallitos más serios a todos esto, sabrán ustedes que Contraloría no puede fiscalizar lo que ahí ocurre con los dineros públicos y tampoco puede entrar el Consejo para la Transparencia ya que si a usted le deniegan información solo se puede recurrir de amparo ante la Comisión de Ética . Todo muy a pesar de las emocionantes palabras del propio presidente de la Cámara en un medio de comunicación: “El Estado de Chile no puede darse el lujo de no poder entrar a un territorio…”. Referido, claro está, a otra gente, a los que merecen ser fiscalizados, controlados y castigados de verdad.
Nada se logrará en este país si las autoridades políticas siguen dando espectáculos tan pobres y no asumen el rol que se les ha encomendado. Y por lo visto poco y nada cambiará.