Los abajo firmantes, exautoridades y académicos, desde nuestra diversidad de pensamiento, señalamos que los aspectos esenciales a considerar en salud en el actual proceso constituyente, en línea con los compromisos internacionales suscritos por nuestro país, es consagrar el derecho a la salud como un derecho humano fundamental y relevar el rol del Estado en garantizarlo, sin discriminación alguna, a través de acciones universales de promoción, fomento, recuperación y rehabilitación, correspondiéndole la rectoría de dichas acciones, asegurando su accesibilidad, oportunidad, calidad y protección financiera según lo determine la ley.
Por otra parte, la forma en que se financia, se organiza y se estructura la prestación pública y privada de servicios de atención, debe quedar sujeta a futuras legislaciones. La posibilidad de elegir prestadores públicos o privados, lo que es valorado por amplios sectores de chilenos, no debe implicar como consecuencia establecer a nivel constitucional la perpetuación de una inequitativa segmentación y desigualdad entre un sistema para ricos y otro para pobres.
Columna de María Soledad Barría, Carmen Castillo, Helia Molina, Begoña Yarza, Osvaldo Artaza, Juan Carlos Concha, Alvaro Erazo, Jorge Jiménez, Jaime Mañalich, Emilio Santelices, Jeanette Vega, Ricardo Fábrega, Francisca Crispi, Francisco Mardones y Juan Carlos Said: Salud para todos en una nueva Constitución.