La Política Minera 2050 busca el desarrollo de una minería sostenible que gestione adecuadamente sus efectos y contribuya a la resiliencia socioambiental, cumpliendo con las demandas de la economía de manera responsable, asumiendo el compromiso de colaborar e incorporar el entorno en sus objetivos y preocupaciones, adaptándose y evolucionando a una minería sostenible que incorpore el cambio climático, un desafío que lleva a este rubro a potenciar, aún más, la mejora continua en el desempeño ambiental, incorporando innovación tecnológica y altos estándares que generen valor económico, social y ambiental a lo largo de toda la vida de los proyectos, desde su conceptualización al cierre.

En los temas ambientales los focos están en los recursos hídricos, pasivos ambientales mineros (PAM) y relaves mineros, biodiversidad, institucionalidad y normativa ambiental, cambio climático, emisiones, inserción virtuosa del sector minero y en la economía mundial baja en carbono.

Estas últimas líneas de trabajo van muy de la mano con la reciente publicación de la Ley de Eficiencia Energética que entre las grandes acciones y compromisos se encuentra el lograr la gestión en grandes consumidores de energía como la Minería.

Al respeto el sector minero desde hace algún tiempo ya viene trabajando, iniciado acciones para la reducción de emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI), con una fuerte orientación en el desarrollo e implementación de nuevas tecnologías y promoviendo el uso de Energías Renovables No Convencionales (ERNC). Actualmente de la demanda total de energía de la minería del cobre, alrededor del 10% proviene de fuentes solares y eólicas y se pretende que para el año 2023 este porcentaje llegue a un 45%-50%, en busca de la ansiada neutralidad del carbono que se persigue como meta para el año 2050.

Esto desafía tanto a las empresas mineras como a las empresas consultoras y proveedoras a trabajar con una mirada que busque el reemplazo de las energías y combustibles fósiles, incorporando soluciones innovadoras en el desarrollo de ingenierías e implementación de herramientas de gestión y operación que incorporen el cambio climático y aporten en la reducción de emisiones.

Las empresas consultoras y de ingeniería somos también llamadas a promover y complementar las soluciones ya implementadas, colaborando con la ya iniciada transición energética, donde varias empresas mineras han logrado acuerdos con los productores eléctricos, para que la fuente de su abastecimiento provenga de ERNC. Queda camino por recorrer y pensar en la implementación de tecnologías no solo durante la operación, sino que también en los futuros cierre de las faenas mineras, potenciando los desarrollos que permitan la incorporación de combustibles verdes (hidrogeno verde) como reemplazo de combustibles fósiles, extendiendo su uso en actividades de transporte y carga pesada; como camiones, buses, trenes y barcos.

Todo este desarrollo energético y mejoras sostenibles, debe ir acompañado por la promoción de la implementación de sistemas de gestión y una gobernanza responsable basada en criterios ESG, apoyados en las herramientas digitales que permiten ir identificando oportunidades a tiempo para introducir las mejoras que nos lleven a un carbono con neutralidad.

Por Paula Ortiz Cádiz, gerente de Proyecto, Consultor Desarrollo de Negocios y Clientes Arcadis Chile

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