En general, uno desconoce lo que muchas autoridades hacen, su ámbito de acción y la gran cantidad de tareas que deben realizar. Por eso en muchos casos las críticas son o suenan algo injustas.
Sabiendo de lo parcial que puede resultar, la percepción que tengo, después de largos años relacionándome con la Contraloria General de la República, es que, con los dos últimos contralores, se ha perdido prestigio debido a una tarea deficiente.
La ley orgánica que regula sus funciones establece en primer lugar, la obligación de revisar el debido ingreso e inversión de los fondos del fisco, municipalidades, beneficencia pública y de otros servicios determinados por ley. Existen otras, pero si consideramos solo esta función, vemos que el ámbito de acción es basto y en la medida que los ingresos fiscales y municipales siguen creciendo, la tarea es casi infinita.
Por eso las declaraciones del nuevo fiscal nacional Ángel Valencia, refiriéndose al aumento de la corrupción en el ámbito Municipal, son tan oportunas. Contraloría, el Concejo Municipal y la Dirección de Control forman un equipo con amplias conexiones y posibilidad de fiscalización casi on- line y donde claramente hay fallas muy relevantes que penosamente perduran en el tiempo.
Pero no solo es eso. La falta de fuerza en los dictámenes, los plazos infinitos para resolver sumarios y juicios de cuenta, las denuncias que son respondidas con un “lo usaremos de insumo para futuras auditorias o investigaciones” o aquellos fallos donde existen evidentes y “raras” omisiones, dan cuenta de una falta de compromiso con el problema mas importante que enfrenta Chile: la creciente corrupción.
Algunos casos para explicar esta percepción que tengo:
Uno que siempre llamó mi atención dice relación con el quorum calificado establecido en el artículo 65 de la ley 18695 que obliga al alcalde a requerir autorización, por mayoría absoluta del concejo, para celebrar convenios y contratos que involucren montos iguales o superiores a 500 UTM, y aquellos que excedan el período alcaldicio requieren 2/3 de quorum.
En Puerto Varas se había licitado el retiro de basura y el contrato no había logrado el quorum especial. Requerido, el contralor Mendoza estableció que dicho “contrato” no era un convenio o contrato, sino que la concesión de un servicio Municipal y que estas no se regían por esa norma y requerían quorum normal. A partir de ese dictamen muchos contratos relevantes en los municipios, por monto y plazo, dejaron de requerir 2/3 del concejo y muchos pasaron a llamarse concesiones (Dictamen6838N12)
A los pocos meses de haber ingresado el actual Contralor Bermúdez, visitó Concepción y logré una entrevista en la que planteé numerosos asuntos, como por ejemplo incumplimientos de fondo en asuntos contables y financieros y el manejo de las Corporaciones Municipales; de los recursos SEP y otras subvenciones escolares que desaparecen a pesar de decenas de denuncias al respecto; o el que muchos alcaldes no enteraban la previsión de los funcionarios (art 60L18695 notable abandono de deberes) y con ello generaban un daño patrimonial enorme a las Municipalidades, como los casos de Kuhn, alcalde de Concepción y luego Intendente de Bío Bío, o la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, hoy ministra del Interior. En ambos casos hubo juicios de cuentas por millonarios pagos, pero a la fecha no se conocen resultados. Por el mismo asunto en Quilpué no hubo ni siquiera juicio de cuentas, y las perdidas eran mucho mayores.
Nunca mas logré una cita con el Sr Contralor; 5 o 6 veces la pedí, pero siempre la agenda estaba copadísima. En mis insistencias llegué a pedir citas para cuando la agenda no estuviese copada. Que falta de respeto la mía.
A pesar de haber denunciado 4 años seguidos a la Municipalidad de Estación Central, solo fue auditada cuando Delgado dejó la alcaldía. Y de los déficits, nada. O el caso del informe de Recoleta que contenía cifras de ingresos y gastos de varios años, pero donde se les “olvidó” sumar y restar para obtener los déficits, a pesar de que trimestre a trimestre el director de Control del Municipio los incluía en un informe que si o si se envía a la Contraloria. Es muy raro, ya que en casi todos los informes siempre se destaca, en primera página, el hallazgo de déficits respecto de los cuales puede haber acción pública (art 81L 18695). Raro, además, si vemos que en informes de otros municipios convierten en escándalo la diferencia de ingresos devengados con ingresos efectivos.
Respecto a los sumarios- que lleva la propia Contraloria- ocurre algo increible : ¡pueden demorar 3 o 4 años!. Un caso que los penquistas recuerdan es el del famoso BioBioweek en que mas de 80 personas viajaron a Wuham, China, con todos los gastos pagados.
El informe de CGR detectó muchas irregularidades y solicitó 6 o 7 sumarios, pero desde el 2017 aún no existen responsables.” El sumario no está afinado” es la respuesta. O en el caso Prochile, que data del 2019, donde, extrañamente, el sumario interno completará 3 años tratando que Contraloría haga toma de razón.
Cada 6 meses va y cada 6 meses vuelve con observaciones. U otro, de la misma institución, en que se comprobó el uso de palos blancos para saltarse procedimientos de la ley de compras, y a pesar de que está demostrado que se “licitó” A para comprar B. Y nada ocurrió.
Los casos que involucran a compras públicas, parcializar en varios pedidos para no cumplir ciertos tramites o el uso y abuso del trato directo para saltarse licitaciones se cuentan por cientos; y no hay cambios ya que los dictámenes solo les recuerdan a las autoridades que seguir haciéndolo podria configurar una irregularidad más grande. Pero más adelante, en otra oportunidad. Con eso, nadie se asusta.
La lista es eterna y mucha gente puede contar más historias. En resumen, ha sido una decepción tras otra la acción de Contraloria en los últimos dos periodos. O mas bien de quienes han oficiado de lideres. Conozco gente en esa institución y sé que la gran mayoria cumple e intenta cumplir con el mandato, pero con autoridades tan débiles o con tanto interés de no afectar a alguien en particular, simplemente la estan enviado a ser una mas de las institucionales a las cuales la clase politica le pasó por encima.
Una lástima Sr Contralor. Ojalá el nuevo(a) entienda el importante rol que cumple.