Como ya ha sido denunciado con anterioridad en esta tribuna y debido a que no vemos que el Ministerio de Obras Públicas (MOP) se preocupe de cumplir con la debida protección contra el fuego en las obras que ese ministerio contrata, nos vemos en la obligación de denunciar que, en estos momentos, tienen más de 50 obras diseñadas por arquitectos y revisores, pagados por dicho servicio, que no respetan los contratos en cuanto a la obligatoria utilización de aplicarles pinturas intumescentes.

Desafortunadamente las especificaciones técnicas, incorporadas en los contratos, tienen mal descrita la protección de los edificios de acero especificada con ese tipo de pintura, por lo tanto vulnerándose la norma NCh935-1, la propia Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC) y la norma NCh3040.OP. Nos preguntamos si ¿tendrá conocimiento de lo dicho, Martín Urrutia, flamante director de Arquitectura de ese díscolo ministerio?

Cuando se acusa hay que dar ejemplos concretos y por ello le expresamos a ese funcionario que la recién terminada cárcel de Talca, la más grande del país, no cumple las normas vigentes. Por motivos inexplicables allí se aplicó como protección contra incendio a la estructura metálica un mortero proyectado a elementos que no se pueden proteger con este tipo de productos y con esa irregularidad se estaría no solo malgastando miles de millones de pesos, sino que se pone en riesgo a todos los internos del lugar, a sabiendas que en las cárceles hay motines. Recordemos lo sucedido en la prisión de San Miguel que le costó la vida a 90 personas.

En austral Punta Arenas, ciudad de Boric, la obra del gimnasio 18 de septiembre recién terminada, también estaba mal especificada la pintura intumescente, pues no podía proteger contra el fuego algunos elementos de la estructura que debían cambiarse, pero ejecutaron igual la estructura, a sabiendas sus “especialistas” que no se podría proteger: La constructora cambia la especificación y protege, al igual que en el caso anterior, con mortero proyectado a elementos que no se pueden proteger con este tipo de productos.

En Santiago, nuestra deteriorada capital, el nuevo laboratorio de criminalística, inaugurado el año 2021, también no cumple con las normas de protección contra incendios, misma situación, protección con pintura intumescente fuera de norma.

Esperaríamos que el ministro del ramo, Juan Carlos García, exija al susodicho Urrutia que haga bien su pega y arregle con prontitud las obras y que no continúe aceptando estas barbaridades. Perfectamente puede mejorar su sistema de revisión y control de proyectos y obras de edificación pues si así procede no estaríamos publicando estas graves denuncias.

Por otra parte, la ministra del Deporte, Alexandra Benado, debe poner atención a las obras que están en curso y las ya realizadas en el Estadio Nacional, en Ñuñoa, en donde también está mal especificada la protección con pintura intumescente, irregularidad que genera edificios de alto riesgo. Debemos tener presente que ahí se realizarán este año los próximos Juegos Panamericanos y Paralímpicos.

El parsimonioso Minvu, por su parte, debe actualizar urgentemente a la OGUC en materia de seguridad contra incendios, pues es impresentable que esta necesaria actualización, que fue puesta en trámite y detenida en el año 2018, aun siga pendiente y con ello sigan ocurriendo fraudes al fisco porque ese ministerio no se inmuta en ordenar su casa. ¿Será posible que ahora el ministro Carlos Montes, utilizando un lenguaje coloquial, se pondrá las pilas?

La adusta Contraloría General de la República no puede desentenderse de estas graves falencias, ya que tiene el deber de fiscalizar este tipo de obras, emitiendo informes de inspección. Así las cosas, entendemos que su titular, Jorge Bermúdez, pronto instruirá a sus funcionarios dependientes en orden a que este asunto de las pinturas intumescentes sea correctamente aplicado.

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