Una falta notoria de liderazgo desde el Gobierno para enfrentar la delincuencia es el problema que por estos días vive Chile, país en el que tristemente hemos visto como los asesinatos, el uso de armas y el tráfico de drogas se han tomado las calles.
A raíz de lo anterior, y en mi calidad de parlamentaria, he sido insistente en el cumplimiento de los compromisos que ha asumido el Gobierno del presidente Gabriel Boric en materia de seguridad, los que desgraciadamente solo se han materializado a goteras.
A la luz de todo lo acontecido, es de vital urgencia concretar los proyectos pendientes para mejorar la infraestructura de Carabineros, especialmente en el caso de los cuarteles policiales de Las Animas y Oscar Cristi de Avenida Francia en Valdivia, quienes se encuentran aprobados, pero sin financiamiento para su ejecución, además de los cuarteles para Cayurruca y Carimallín en Río Bueno, y el Retén Provisorio para Cunco Mashue en la comuna de La Unión.
Con la materialización de estos proyectos, nuestros carabineros quedarían en mejores condiciones para efectuar su labor, sumándose a ello, la mejora de sus vehículos e implementación de tecnologías necesarias para desarrollar fiscalización y prevención.
De hecho, esto fue lo que le planteé al General Director de Carabineros, Ricardo Yáñez, en una reunión que sostuve con él la semana pasada, instancia en la que le insistí sobre las urgencias y deudas que la autoridad tiene con la región.
En los últimos meses, los problemas de inseguridad y delincuencia se han agudizado, al punto de que la percepción ciudadana ve que la delincuencia está desbordada, pese a los ingentes esfuerzos que realiza Carabineros y la PDI en su lucha contra el crimen.
A modo de ejemplo, en menos de 15 días se registraron tres asesinatos con armas que tuvieron como motor el ajuste de cuentas. Eso sin mencionar los robos que a diario afectan a nuestros vecinos en todo el territorio y la desaparición de jóvenes que posteriormente aparecen muertos, sin que la autoridad a cargo de la seguridad lleve a cabo acciones decididas para terminar con este oscuro panorama.
Realmente la situación es compleja, no sólo en la capital regional, sino que, en varios puntos de la región y la labor de seguridad que debe realizar el gobierno, palidece frente a la cruel realidad que enfrentamos.
No basta con hacer anuncios en la prensa o que la delegada presidencial anuncie querellas, porque eso finalmente no termina en nada concreto. Es necesario que el Gobierno a nivel nacional y regional, asuma una labor valiente y decidida que permita a los habitantes de la región recuperar esa sensación de tranquilidad que en los últimos meses se ha visto interrumpida.