Recientemente, me reuní con un grupo importante de profesores para capacitarles en recursos tecnológicos para la docencia. Profesionales desde los niveles preescolar, básica, hasta educación media, unidades técnicas pedagógicas y directivos, participaron de forma muy activa e interesada mientras repasamos las diferentes metodologías para entornos virtuales de aprendizaje. Es posible observar una genuina preocupación por conocer, manejar y comprender las nuevas tecnologías para ponerlas al servicio de una educación de calidad, que busque el logro de los resultados de aprendizaje trazados. De forma transversal se evidencia la necesidad de contar con acceso libre a internet, tener dispositivos adecuados y capacitarse en competencias digitales.

¿Cómo estamos abordando estas necesidades a nivel nacional? Recordamos la importancia de la Agenda 2030 de la ONU, donde el objetivo 9 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en su letra C habla de “Aumentar significativamente el acceso a la tecnología de la información y las comunicaciones y esforzarse por proporcionar acceso universal y asequible a Internet en los países menos adelantados de aquí a 2020”. Este objetivo también se relaciona con el ODS 16 de promover sociedades justas, pacíficas e inclusivas, ya que a través de esta acción también estaremos aportando al acceso a la información. Sin embargo, la pandemia ha dejado al descubierto la brecha digital que existe en nuestro país.

Nicolas Gagnon, ingeniero de Software y Datos de la University of British Columbia, señala que una de las consecuencias del post confinamiento es el aumento de la brecha digital. Esta diferencia se ve claramente reflejada en el acceso a internet en nuestras zonas rurales, donde los profesores, queriendo capacitarse y mejorar sus prácticas docentes, se ven limitados por la conexión y velocidad, producto de las redes que tienen.

Es fundamental desarrollar las competencias digitales para un nuevo mundo en educación: uno globalizado, con recursos didácticos innovadores, con tecnologías educativas y nuevas metodologías, pero para impulsar un real progreso, debemos velar por el acceso a internet.

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