La transformación digital (TD) está impactando fuertemente a las organizaciones, dado que viene a cambiar la forma como opera y otorga valor a los clientes por medio de la integración digital, siguiendo la estrategia de la empresa.

Esto requiere una revisión de la mayoría de las áreas de la organización, permitiéndole seguir el ritmo de las demandas emergentes de los clientes por medio de la transformación digital.

En la actualidad, a raíz del covid‑19, el sector educacional se ha visto en la urgencia de generar cambios a nivel estratégico, cultural, social, entre otros; con el objetivo de implementar nuevos lineamientos de decisión basados en información de calidad, procesos educativos inteligentes conducentes a entregar un servicio académico de excelencia.

El proyecto Going Digital de la OCDE identifica siete dimensiones de política claves para que la transformación digital favorezca el crecimiento y el bienestar:

1- Ampliar el acceso a tecnologías digitales
2- Reforzar su uso efectivo
3- Fomentar la innovación digital
4- Garantizar trabajos de calidad para todos
5- Promover la prosperidad social
6- Reforzar la confianza
7- Favorecer mercados abiertos (OCDE, 2019a).

La adopción de medidas en estos ámbitos ayudará a superar las trampas del desarrollo de América Latina y el Caribe (OCDE, 2019b) y la desigualdad social.

Desde el perfil de egreso, las carreras están adoptando la implementación de tecnologías disruptivas desde el aula, los alumnos están generando conocimiento en contextos reales.

Un claro ejemplo son los alumnos de la carrera de Ingeniería Civil Industrial de la Universidad Bernardo O’Higgins (UBO), en la realización de diferentes proyectos desde diferentes asignaturas de su plan formativo, mediante la robótica, simulación, diseño de productos por medio de impresión 3D, creación de nuevos productos mediante la economía circular, estudios e investigación mediante Big Data y análisis de datos, etc.

Hoy en día, los servicios académicos manejan altos volúmenes de información, pero no necesariamente todos estos datos son de calidad, afectando la toma de decisiones tanto a nivel operacional, táctico y estratégico.

Es por esto que se deben mejorar los mecanismos de análisis y accesos a la información, con la finalidad de generar nuevos conocimientos, revisión constante del currículo y, en consecuencia, nuevos espacios de trabajos conducentes a mejorar la calidad en la educación, transformándose en organizaciones más inteligentes y sostenibles a lo largo del tiempo, impactando fuertemente en el proceso de enseñanza aprendizaje de los estudiantes.

La disrupción tecnológica, junto a la industria 4.0, permiten asegurar una educación basada en ambientes de praxis contextualizados en un ambiente laboral, simulaciones de procesos mediante realidad virtual, SW inteligentes, entre otros, procesos basados en evidencia científica en tiempo real, otorgada por los diferentes tipos de tecnologías emergentes.

Desde la Inteligencia Artificial, Machine Learnig, Big Data, Data Science, IOT, redes 5G, impresoras 3D, Cloud Computing y la correcta gestión de los datos, permitirán ofrecer una mejor preparación académica y, finalmente, fortalecer el perfil de egreso.

Todo lo anterior debe estar basado en altos estándares de seguridad, a través de políticas y estrategias de ciberseguridad que permitan en todo momento proteger la información de los estudiantes, en conjunto con una legislación que se preocupe de la privacidad y correcta gestión de los datos por parte de las instituciones públicas o privadas.

Claro está que los sectores educativos y empresariales deben demostrar que pueden adaptarse a los nuevos entornos y desafíos tecnológicos, en su único afán de construir un sistema más inteligente y sustentable.

Fortalecer la gestión académica, mediante la implementación de la transformación digital, permitirá llevar un control más eficiente en términos de procesos académicos que impacten directamente en asegurar la calidad en la educación.

El impacto de TD en el aula y a nivel curricular juega un rol preponderante en satisfacer la necesidad de los estudiantes en su proceso de enseñanza; por tanto, las universidades tenemos el compromiso fehaciente de preparar a los estudiantes para insertarse, con todas las herramientas necesarias, en los avances tecnológicos que la industria y el mercado requiere, los cuales sin lugar a dudas permiten fortalecer los procesos productivos de un país, asegurando la calidad de vida de las personas en la construcción de ciudades inteligentes conducentes al cuidado y protección de un planeta más sostenible a lo largo del tiempo.