A lo largo de su historia, nuestro país ha tenido en diversos ámbitos una cultura más reactiva que preventiva. La pandemia del Covid-19 nos enseñó la importancia de adoptar estrategias de prevención que minimizaran el impacto de la enfermedad. Hoy, frente a la aparición en el mundo de la viruela del mono, es el momento de aplicar los aprendizajes adquiridos y comenzar a trabajar desde ya en este tema.
De acuerdo a datos proporcionados por el Departamento de Sanidad de países como España, Reino Unido, Portugal, Alemania y Canadá, los contagios por viruela del mono alcanzaron las 488 personas hasta el 31 de mayo. En tanto, en Argentina y México ya se reportaron los primeros casos de América Latina.
Aunque la viruela del mono a nivel mundial tiene un impacto mucho menor al Covid-19, tanto en número de contagios como en gravedad, es importante adoptar anticipadamente acciones destinadas a saber cómo prevenirla.
Dado que la viruela símica o “del mono” tiene un mecanismo de transmisión de contacto directo con lesiones o por vía gotitas exhaladas por una persona infectada, en caso de que llegue a Chile se debe tener precaución con el contacto directo con personas ya infectadas y ante una posible alza en los casos hay que mantener el uso de mascarillas en espacios cerrados y el lavado de manos constante.
Los síntomas de la viruela del mono inician con fiebre, fatiga intensa, aumento de volumen de ganglios y, entre uno a tres días después, aparecen lesiones cutáneas en cara y extremidades, por lo que en caso de presentar este cuadro clínico se debe buscar atención médica.
Un tema que ha salido a la discusión con el brote de esta enfermedad en el mundo ha sido si la vacunación recibida en la niñez contra la viruela protege o no para esta nueva versión de la enfermedad. Según datos de la Organización Mundial de la Salud esta vacuna tiene una eficacia en la prevención y atenuación del cuadro clínico de viruela símica de un 85%. Sin embargo, según información del MINSAL, debe tenerse en cuenta que la vacunación contra la viruela de manera obligatoria finalizó en nuestro país en 1980, cuando la enfermedad fue declarada erradicada.
Por otra parte, en 2019 la OMS aprobó una nueva vacuna para la prevención de la viruela símica, la cual es de dos dosis, sin embargo, aún no está ampliamente disponible para la población. De todas maneras, hay que tener en cuenta que debido a que la infección por viruela del mono sigue siendo inusual, no es recomendable actualmente la vacunación universal de la población.